Rentabilidad de la cría: la mas baja de los últimos siete años

En moneda constante, los ingresos de la cría están 14 por ciento por debajo del promedio 2012-2018, mientras que los costos están 22 por ciento por encima. Por Ignacio Iriarte

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Muchas vacas y pocos novillos, novillitos y terneros. Se siente el faltante de hacienda proveniente de feedlot, una tendencia que podría empezar a recuperarse dentro de 45 a 60 días.
El volumen total de carne vacuna disponible, o sea, el resultado de la faena dividido el número de habitantes, resulta hoy de sólo 67 kilos por habitante, igual que cinco años atrás.
El stock ganadero y la producción de carne han dejado de crecer y queda a la vista que, de no mediar cambios inmediatos en la productividad del rodeo (preñez, peso de faena), cualquier aumento en los volúmenes exportados se hará a expensas del consumo.
En el 2014, se ofertaban 67 kilos per capita de carne vacuna, de los cuales 60 iban al consumo y sólo siete se exportaban. Para este año, con una producción de tres millones de toneladas de carne vacuna, se calcula que el consumo se ubicará en los 53 kilos per capita y la exportación –en equivalente por habitante– se llevará 13 kilos.
China está aumentando en forma explosiva sus compras en nuestro país, involucrando ya cortes del cuarto delantero y de la rueda; es decir, avanzando sobre un territorio claramente del consumo interno.
En los próximos meses, si se mantiene esta tendencia, las exportaciones seguirán creciendo y el consumo podría reducirse a niveles inéditos; por ejemplo, por debajo de los 50 kilos per capita equivalente anual.
Se trata de niveles donde la resistencia a reducir la ingesta es mayor y eso se expresa en los precios. En esta zona de “resistencia”, los consumidores locales están más dispuestos a sostener la subasta con los consumidores chinos.
Cría
Según el Boletín de “Resultados Económicos Ganaderos” que edita desde 2002, en forma trimestral, la Secretaría de Agricultura y Ganadería, los costos totales de producción de una explotación de cría (mejorada) de la cuenca del Salado, resultan a febrero pasado, a moneda constante, los más altos de los últimos siete años.
Desde febrero de 2016 crecieron 205 por ciento, mientras que la inflación, en el mismo período, fue del 165 por ciento.
Como resultado de que los ingresos de la cría se ubican a moneda constante 14 por ciento por debajo del promedio de la serie 2012 a 2018 –aún después de los recientes aumentos en el precio del ternero–, y que los costos de producción están hoy 22 por ciento por encima del promedio histórico, el resultado neto registra una caída del 38 por ciento con respecto al promedio de 2012 a 2018.
En otras palabras, la rentabilidad de la cría a febrero último es la más baja de los últimos siete años.
Esta fuerte caída del margen ganadero se da pese a la valorización de la vaca manufactura o conserva, que subió 104 por ciento en los últimos 12 meses, alza que no alcanza a compensar el atraso del precio del ternero frente a la inflación y frente al crecimiento del valor de los insumos ganaderos.
Para el caso de una explotación ganadera de ciclo completo, en el centro-sudoeste de Buenos Aires, el resultado neto –muy variable a lo largo del tiempo– se ubica hoy 65 por ciento por debajo del promedio de los años 2012-2018.
En este ejemplo, los costos totales se ubican 11 por ciento por encima del promedio histórico, siempre a moneda constante.(Agrovoz)


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