Mejora la diversificación de la gruesa en la región

La presencia de los cultivos de verano se ha generalizado en los últimos años tomando un fuerte protagonismo en las secuencias de cultivo. La estimación de la superficie sembrada anualmente, resulta una importante herramienta para conocer su evolución y caracterizar su impacto sobre los sistemas productivos regionales. Por Ings. Agrs. Horacio Forjan y Lucrecia Manso

La actividad agrícola de los últimos años en la región, ha estado marcada por el incremento de la superficie destinada a cultivos de verano. Esa tendencia fue el reflejo de la mejor rentabilidad que presentaron estos cultivos (especialmente soja) respecto a los cereales de invierno, pero también estuvo fortalecida por condicionamientos sobre la tenencia de la tierra y las nuevas formas de producción a cargo de terceros.
Todos los cultivos de verano implantados en nuestra región han alcanzado una mejora genética en cuanto a productividad, tolerancia a enfermedades y plagas, pero también han logrado interesantes respuestas a la aplicación de tecnología específica para cada cultivo, respuesta a ambientes diferenciados, fechas de siembra, densidad, etc.
Si bien el cultivo de soja ha mostrado una presencia muy marcada en las secuencias agrícolas de la región en los últimos años, y aún sigue liderando la superficie sembrada, en esta campaña se acentuó una mayor diversificación con importantes aumentos del área ocupada por maíz y girasol, característica que ayuda a estabilizar el sistema de producción. Una particularidad que se observa en los últimos años, es el atraso de la fecha de siembra complementado con una disminución de la densidad, prácticas que permiten reducir los riesgos que presentan cultivos como maíz y girasol, evitando que sus períodos críticos coincidan con momentos de máximas evapotranspiraciones.
Las condiciones meteorológicas que acompañaron la campaña, limitaron la siembra de los cultivos de segunda.
Las hectáreas sembradas
Los valores obtenidos en el relevamiento realizado en esta campaña, indicaron que el 44,9% de la superficie de la región fue ocupada por cultivos de cosecha gruesa o de verano alcanzándose las 766.920 has. sembradas. Esta cifra, representó un aumento de 5% con relación a la campaña anterior. No obstante, se repitió la situación del año pasado donde, ante la marcada deficiencia hídrica, se redujo fuertemente la siembra de cultivos de segunda. La variación interanual por distrito fue: Tres Arroyos (+27%) y San Cayetano (+13%) aumentaron, mientras que G. Chaves (-1,5%) y fundamentalmente Cnel. Dorrego (-27%), disminuyeron la superficie destinada a cultivos de cosecha gruesa.
Tres Arroyos y San Cayetano presentaron, como habitualmente sucede, el mayor porcentaje de superficie ocupada con cultivos de verano (62% y 55%, respectivamente), resaltando la incidencia que tienen estos cultivos en esos distritos. G. Chaves resultó con una menor presencia de los mismos (39%), mientras que Cnel. Dorrego, que siempre ha presentado la menor superficie, registró solamente el 26% ocupado con estos cultivos. En estos porcentajes presentados se incluyen los cultivos de primera y de segunda.
Sobre el total del área sembrada con cultivos de cosecha gruesa, el 66% correspondió a cultivos de primera, y el 34%, a los de segunda. Estos valores sugieren un importante descenso del área destinada a los cultivos de segunda con relación a los registrados en las campañas anteriores, producto de las condiciones hídricas deficitarias apuntadas anteriormente. Este porcentaje de cultivos de segunda fue similar para todos los distritos con extremos en Cnel. Dorrego (37%) y San Cayetano (32%). La siembra de segunda en algunos casos es llamada intermedia cuando el cultivo se realiza sobre rastrojos de avena, cebada o colza que desocupan el lote de manera anticipada al trigo. En este rubro también son incluidas las siembras tardías, práctica que en los últimos años se ha difundido buscando ajustar el ciclo de los cultivos a la oferta climática regional, y que representó gran parte de este porcentaje.
El cultivo de maíz cubrió la mayor superficie de estas siembras retrasadas, un 59%, contra 33% de soja (principalmente de segunda) y 8% de girasol.
Analizando por distritos, se pudo observar que sobre los suelos del partido de Tres Arroyos se implantó la mayor superficie con cultivos de verano. Fue muy notorio el vuelco hacia estos cultivos ya que representó el 62% versus sólo el 36% con cultivos de invierno. En esta campaña, le siguieron en importancia San Cayetano y Cnel. Dorrego, mientras que G. Chaves presentó una menor superficie.
Ings. Agrs. Horacio Forján–Lucrecia Manso (Grupo Agricultura–Manejo de cultivos y suelos) – Chacra Experimental Integrada Barrow 
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