Carnes: China compra, pero genera incertidumbre

El precio que paga el gigante asiático por la tonelada de carne disminuyó con fuerza y la recuperación del consumo en ese país va más lenta que lo esperado, con una abundante oferta de sus países proveedores. Por Ignacio Iriarte

El promedio simple de los tres principales cortes o conjunto de cortes que se exportan a China (garrón y brazuelo, rueda y vaca en cortes) cotizaba en mayo del 2018, para la feria Sial en Shanghai, a 4. 650 dólares por tonelada. A lo largo del año siguiente, la presión compradora permitió subas importantes en los valores FOB, que llegaron a 5.760 dólares por tonelada en mayo del 2019.
En noviembre de 2019, y en el marco de la feria de Importación y Exportación de Shanghai, organizada por el gobierno chino, se desata una burbuja especulativa, con la presencia de muchos importadores ocasionales u oportunistas, y los precios tocan un máximo de 6.900 dólares.
El gobierno chino, muy molesto con la suba de precios de la carne vacuna importada, corta el crédito a los importadores –muchos empresas estatales– y los precios se derrumban. Para fin de diciembre, los exportadores de Sudamérica y Oceanía advierten que buena parte de lo vendido en meses previos no se cobrará nunca, o se cobrará con grandes descuentos, y que los stocks acumulados tardarán mucho tiempo en ser absorbidos. En un contexto de fuerte incertidumbre y baja de entre 25 y 30 por ciento en los precios de importación, estalló el Covid-19 en Hubei y las importaciones se paralizaron. En marzo, los puertos y los bancos volvieron a trabajar normalmente y entraron a China volúmenes récords de carne vacuna y porcina.
Todo parecía volver a la normalidad en abril y mayo, pero en junio comienza nuevamente la demanda a pedir la renegociación de contratos. Hay importadores que aún perdiendo 30 por ciento de adelanto, desconocen los contratos y dan por perdida la carne ya embarcada.
Hoy la demanda se ha reducido (“los importadores no atienden el teléfono”, aseguró un industrial) y el precio de lo poco que se vende llega a sólo unos 4.100 dólares por tonelada, 40 por ciento por debajo de noviembre pasado.
Oferta y demanda
Si bien han reabierto dos millones de bares y restaurantes en China, el porcentaje de ocupación logrado está por debajo de lo esperado; mucha gente sigue teniendo miedo a salir a la calle o a comer afuera, en un país donde el 80 por ciento de la carne vacuna se vende a través del food service.
A China están entrando unas 100 mil toneladas mensuales de carne vacuna de Brasil y otras unas 100 mil toneladas de carne porcina de Estados Unidos, lo que empezó a saturar un mercado que nunca llegó a recuperarse plenamente.
Después del nuevo brote de Covid-19 en el mercado de Xinfadi, en Beijing, la situación parece complicarse aún más: la combinación de altas importaciones de vacuno y cerdo, grandes stocks acumulados y una demanda que no se recupera, están afectando tanto a los precios de importación, como el volumen de los nuevos contratos.
En los últimos días de junio, la demanda habría dado algunos atisbos de recuperación, siempre en niveles inferiores a los de meses anteriores. Estamos ante un mercado volátil e inmaduro. (Agrovoz)

Compartir: