Desarrollan innovación para mejorar la eficiencia reproductiva

La progesterona inyectable no sólo brinda una alternativa al dispositivo intravaginal para inseminación artificial, sino que utilizada para servicio natural acorta unos 20 días el período posparto en que las vacas vuelven a ciclar. “Se podrá adelantar la preñez en el rodeo general y se destetarán terneros más pesados”, afirman.

La progesterona inyectable, que se libera controladamente en el cuerpo de la vaca sincronizando el celo, es una innovación a nivel mundial desarrollada por científicos argentinos que ya movilizó la construcción de un laboratorio, ProinVet Innovations, en Villa Devoto, Buenos Aires, con una inversión millonaria. Daniel Sammartino (foto), CEO de la firma, y Mariano Cao, Director de misma, explicaron a Valor Carne los pormenores de esta nueva tecnología que busca mejorar la eficiencia de la cría mediante dos productos que cubren las distintas modalidades utilizadas para la reproducción bovina: la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) y el servicio natural.
“La nueva tecnología nació porque nos dedicábamos a fertilización animal y queríamos superar algunos inconvenientes que se generaban por la colocación y quita del dispositivo intravaginal. Nuestro primer proyecto fue mejorarlo, hacerlo más efectivo, pero luego nos dimos cuenta de que teníamos que trabajar en algo que lo reemplace. Así, llegamos a este invento y tanto nos entusiasmó que decidimos construir una planta especializada en biotecnología”, dijo Sammartino, indicando que la inversión en investigación y desarrollo, y en el nuevo laboratorio y su equipamiento, implicó más de 4,5 millones de dólares.
El producto fue aprobado por Senasa a fines de 2016 y comenzó a venderse con marca propia. Este año se hará un gran lanzamiento para su aplicación en IATF a través de un acuerdo con comercial con Biogénesis Bagó. “Nosotros somos el brazo productivo y ellos ponen la marca y el canal de venta, lo que nos permitirá potenciar la llegada al mercado”, afirmó Sammartino, refiriéndose a que próximamente se comercializará también en otros países de la región.
El desarrollo
Los dos nuevos productos tienen la misma formulación madre y la presentación de cada uno se diseñó en función de su uso en la reproducción bovina.
La progesterona inyectable monodosis, que estará disponible en el mercado local en la próxima primavera, brinda una alternativa al dispositivo intravaginal utilizado en IATF, proporcionando ventajas operativas y sanitarias además de contribuir al bienestar animal. En tanto, la presentación multidosis, que se encuentra en etapa de desarrollo, está destinada al rodeo general en el que habitualmente se realiza servicio natural. En este caso, al adelantar el ciclado de las vacas posparto, anticipa la preñez y permite destetar terneros más pesados.
“La IATF es muy específica, muy exacta, en cuanto a tiempos, dosis. No se pueden cometer errores en el suministro. Esto se asegura con una jeringa monodosis, se inyecta hasta el fondo y listo, la vaca recibe todo el contenido”, precisó Cao, Lic. en Biotecnología y al frente del equipo de investigadores.
Para alcanzar este objetivo, hubo que desarrollar la jeringa prellenada y ajustar la formulación de modo que fuera comercialmente viable, logrando una vida útil de dos años, sin necesidad de mantenerla en frío. “La probamos en distintas condiciones, lo que hubo que retocar se retocó y se plasmó un dossier que fue aprobado por SENASA para su venta al mercado local”, recordó, detallando que también fue presentado para solicitud de patente mundial en los Estados Unidos y ya recibió una revisión positiva, un paso importante para su lanzamiento en otros países.
En 2017, se hicieron ensayos de campo comparando la nueva tecnología con el dispositivo intravaginal. “Se testearon dos grupos, de mil cabezas cada uno, uno con el dispositivo, aplicando el mejor protocolo, y otro con la progesterona intramuscular. El dispositivo dio alrededor del 50% de preñez y nuestro producto 46%, las diferencias no son significativas”, subrayó el investigador, detallando que se trabajó con diferentes razas y categorías, en varias zonas productivas del país.
Para Cao, una de las principales ventajas a campo es mejorar los tiempos operativos y el bienestar animal. “La progesterona inyectable se aplica y a los diez días todas las vacas están listas para ser inseminadas, sin necesidad de tener que encerrar a los animales y a la vez retirar el dispositivo, evitando estrés y posibles inflamaciones o infecciones intravaginales. Además, el costo es similar”, aseguró.
Para todas las vacas
La idea del frasco multidosis que apunta a ampliar el uso de la progesterona inyectable al rodeo general está en etapa de desarrollo, se está registrando y llevando a cabo ensayos de campo a gran escala. “Por lo pronto, con las pruebas realizadas en servicio natural, se demostró que se logra adelantar las preñeces 20 días, aplicándola en vacas que no se encuentran ciclando. Entonces, los terneros nacen antes y se destetan más pesados. En la práctica, el criador lo ve en kilos de carne”, resaltó.
¿Por qué multidosis? “Es una presentación que tiene múltiples ventajas, desde el tamaño hasta la facilidad de aplicación. Permite tener flexibilidad en la cantidad a inyectar según categoría o raza y en una dosis pequeña se puede utilizar igual volumen que el de una jeringa monodosis”, señaló.
Cao piensa que este nuevo producto podría significar un salto en eficiencia para la cría. “La IATF tiene mucho de boutique, se hace en grupos de 500 a 1.000 vacas, hay casos de hasta 15 mil, no más. En cambio, aplicar la progesterona para el servicio natural involucra a la inmensa mayoría de los rodeos, que seguirán utilizando los toros, sólo se acortará la ventana en que las vacas no pueden producir. El impacto será muy grande”.
Para finalizar, Sammartino destacó que este desarrollo fortalece a la Argentina como país con capacidades científicas y productivas en materia de biotecnología. “El laboratorio nos permitirá seguir trabajando en nuevas soluciones para mejorar la productividad ganadera. Todavía no está operando a full pero cuando lleguemos a eso emplearemos unos 30 investigadores y técnicos, y alrededor de 80 personas más en forma indirecta”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne

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