Faltan categorías para el consumo interno

En enero se dieron fuertes aumentos en los precios de la hacienda, además fue la faena más alta en 10 años. Por Ignacio Iriarte

La faena de enero fue prácticamente igual a la del primer mes de 2018, e igual a la de diciembre último; aunque si se computa el promedio diario de faena, la matanza del primer mes del año habría sido ocho por ciento más baja que en el último mes de 2018.
Con una perspectiva histórica, la de enero –mes en que se dieron fuertes aumentos en los precios de la hacienda– fue la faena más alta en 10 años, por lo que mal puede hablarse de una crisis de oferta.
Si se observa el perfil de la faena, se advierte que en enero último la oferta de vacas fue muy alta (23 por ciento más), mientras que la de terneros cayó 10 por ciento, siempre con respecto al mismo mes del año pasado.
Con una oferta total sin variantes, faltó sin embargo hacienda liviana de consumo: en enero, el feedlot envió nueve por ciento menos de ganado a los frigoríficos. Si bien en enero la oferta total fue alta, y lo que faltó (y terminó arrastrando a todo el mercado) fue el ganado liviano de corral.
El mes pasado, la escasez de hacienda de consumo se extiende a casi todas las categorías. El faltante de novillitos, terneros y vaquillonas lleva a que los compradores del consumo, en especial las dos cadenas más grandes de supermercados que hacen también exportación, invadan el terreno comercial de la exportación.
Así presionan sobre novillos entrepesados y pesados, que en el caso del mestizo ha tenido una suba de precios del 27 por ciento desde mediados de diciembre.
La exportación, por su parte, sintió el cimbronazo de la suba de precios del novillo: ya no es el más barato del Mercosur. En enero, los embarques retrocedieron a 49 mil toneladas que, si bien es un volumen 40 por ciento más alto que un año atrás, resulta 16 por ciento más bajo que el promedio del último trimestre del año recién terminado.
La menor oferta de Hilton en Europa, que se da en buena medida por la reticencia de los exportadores argentinos a vender por debajo de los 10 mil dólares la tonelada, ha originado una suba del precio del R&L de más del 20 por ciento en las ultimas semanas.
Si a eso se le suma la modesta devaluación de los últimos días, contribuye a mejorar los ingresos de los frigoríficos. En el caso del novillo, la suba reciente del pesado superó en forma clara el límite de poder de compra que tiene la exportación, mientras que en el caso de la vaca en manta o en cortes a China, se considera que aun después de la reciente suba del precio de la vaca conserva o manufactura todavía hay un margen de ganancia.
Se observa una incipiente mejora de los valores pagados por los importadores chinos, que sería reflejo tanto del combate del gobierno contra el contrabando, como consecuencia de la mayor demanda por carne vacuna de los consumidores, a causa de los recientes brotes de fiebre porcina. (Agrovoz)

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