FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) publicó su informe trimestral sobre la participación del Estado en la renta agrícola. La medición de septiembre marca una participación del 60,9% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol. De cada $100 de renta (ingresos menos costos) que genera una hectárea agrícola, $60,90 se lo llevan los distintos niveles de gobierno.
Respecto a la medición de junio, el índice creció del 55,8% al actual 60,9%. ¿Qué pasó? David Miazzo, Economista Jefe de FADA, afirma: “Este incremento de 5 puntos puede explicarse por los nuevos derechos de exportación, combinados con la baja de precios y amortiguados por la suba del tipo de cambio”.
Un aspecto que influye en esta medición es el decreto del Poder Ejecutivo Nacional que restableció los derechos de exportación a todos los bienes exportables del país. Además, el tipo de cambio también impacta directamente ya que mejora la competitividad de los granos, aunque el impacto positivo no es directo, ya que una parte importante de la estructura de costos es en dólares.
Derechos de exportación
Para los casos de trigo, maíz y girasol, que tenían 0% de derechos de exportación, pasan a pagar $4 por dólar exportado, que con un dólar de $38 equivaldría una alícuota del 10,5% y, si se considera un dólar de $40, la alícuota sería del 10%. Sin embargo, el artículo 83 del proyecto de ley de presupuesto 2019, habilitaría al Ejecutivo Nacional a modificar este esquema.
En el caso de la soja, se redujeron los derechos de exportación vigentes al 18% y se le agregaron los nuevos derechos de exportación. Es decir, que sería 18% más $4 por dólar. Lo que equivale a una alícuota de entre 28% y 28,5% de acuerdo al tipo de cambio.
Si se toma el dólar futuro ROFEX para el mes de mayo, de $47,60 por dólar, el derecho de $4 por dólar equivaldría a una alícuota del 8,4%. En el caso de la soja, equivaldría a una alícuota total de 26,4%.
Por el lado de la rentabilidad, con el efecto combinado de todas las variables, el resultado después de impuestos en campo alquilado se redujo un 23% en dólares contra junio en el caso de la soja, mientras que en maíz el impacto negativo fue del 43%. Aquí es donde se ve el efecto diferencial entre el incremento de la alícuota de los derechos de exportación que tuvo la soja del 2%, contra el incremento del 10% que tuvo el maíz.
Dólar
Cuando el dólar evoluciona por encima de la inflación, genera un impacto positivo sobre los sectores exportadores, ya que hace incrementar los ingresos (en dólares) por encima de los gastos (que, en parte, son en pesos). Por ello, la devaluación del peso con respecto al dólar genera que se amplíe el valor de la producción, y eso hace bajar la participación del Estado en la renta agrícola.
En los últimos 12 meses, el incremento del tipo de cambio fue del 120%. En los últimos 3 meses, el incremento fue del 54%. Por su lado, los costos totales se han incrementado un 38,8% con respecto a junio y 95% con respecto a septiembre de 2017.
Si se analiza la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados, se puede identificar que un 64% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados mientras que el restante 36% están pesificados. Si se considera la renta de la tierra dentro del esquema de costos, los costos dolarizados en una hectárea de soja pasan a representar el 72%.
El componente en pesos también suele tener una alta relación con el dólar, ¿Por qué? Miazzo explica: “esto es así por dos motivos: la rápida transmisión de la devaluación a los precios que hay en una economía inflacionaria como la argentina; y porque dentro de los costos pesificados está, por ejemplo, el flete cuyos costos dependen en gran medida del precio del combustible y este está ligado directamente al precio del petróleo y del dólar.
En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 67% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 33%. Si se considera la renta de la tierra, el peso de los costos dolarizados asciende al 72%.
Precios
Con respecto a junio de 2018, se observan caídas generalizadas en los precios disponibles en dólares de los cuatro cultivos. La soja cayó un 13%, el maíz un 17%, y el girasol un 11%. El trigo fue el que menos perdió, con una caída de 3%.
Índices Provinciales: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Luis y La Pampa
Al detallar por cultivos a nivel nacional, se detecta que la participación del Estado en soja es del 67,7%, maíz 55,6%, trigo 48,1% y girasol 62,2%. Los índices provinciales presentan que en Córdoba se registra un 60,9%, Buenos Aires 62,6%, Santa Fe 61,1%, La Pampa 61,7%, y San Luis 61,1%.
Los impuestos provinciales presentan divergencias. En todas las provincias analizadas se paga impuesto inmobiliario rural. En Buenos Aires, La Pampa y San Luis se pagan Ingresos Brutos. 1% en los casos de Buenos Aires y San Luis, y 0,5% en La Pampa. En Córdoba y Santa Fe la actividad está exenta.
Buenos Aires, Santa Fe y La Pampa tienen algún tipo de imposición municipal, Córdoba y San Luis no tienen imposiciones a nivel local. San Luis y La Pampa tienen impuestos al estilo de aduanas internas. El Do.Pro (documento provincial) en el caso de San Luis, y las guías cerealeras en el caso de La Pampa.
El índice FADA septiembre quedó en 60,9%
De cada $ 100 de renta que genera una hectárea agrícola, $60,90 se lo llevan los distintos niveles de gobierno. Creció respecto a junio (55,8%) mas de un 5% debido a los nuevos derechos de exportación, combinados con la baja de precios y amortiguados por la suba del tipo de cambio