La salida del cepo podría revertir la tendencia bajista en los precios

Tanto el cereal como la soja tienen precios bajistas para la nueva cosecha. Expectativas por el lado del tipo de cambio. Por Pablo Adreani

El mercado refleja una tendencia bearish (bajista) en el trigo en Chicago, ante el buen avance de la cosecha de invierno y la excelente condición de los cultivos en Estados Unidos. La misma tendencia se trasladó a nuestro mercado, pero sin copiar toda la baja ocurrida en el trigo estadounidense.
Desde el 28 de mayo hasta la fecha, en menos de un mes el precio del trigo duro de invierno consolidó una baja acumulada de U$S 51 por tonelada, y bajó de U$S 268,2 a U$S 217,5.
De la misma forma, el trigo blando rojo acumuló una baja de U$S 46: de U$S 257 a U$S 211.
Veamos por qué está bajando tanto el precio del trigo en los Estados Unidos. Todo indica que el motivo de la baja fue el buen avance en el ritmo de la cosecha, que ha llegado al 27% contra el 13% cosechado a igual fecha de la campaña anterior 2023.
Se agrega además que la condición de los cultivos es mucho mejor a la registrada un año atrás; por caso este año, la condición de cultivos bueno a excelente llega al 49% contra 38% en la campaña previa, mientras la condición normal promedio es del 34% muy similar al año anterior.
Mientras tanto, en la Argentina el trigo disponible perdió U$S 27,5, cotiza en la actualidad a U$S 251, mientras que y el trigo nuevo posición diciembre bajó U$S 19, con un valor de mercado de U$S 225.
El dato para tener en cuenta es el inverse (caída) de U$S 26 entre el disponible (cosecha vieja) y el trigo futuro diciembre (nueva cosecha).
Vemos que nuestro mercado no copió toda la caída de Chicago, perdiendo el equivalente del 50%.
La realidad indica que los productores de nuestro país deberán hacer el cálculo de margen bruto de trigo nuevo sobre la base de un precio de trigo diciembre de U$S 225.

Una decisión que podría mejorar los precios
Sin embargo, hay que tener presente un dato muy importante que tendrá impacto en los mercados, la salida del cepo cambiario.
Si se asume que el Gobierno nacional puede salir del cepo a fin de año, el mercado de trigo será el primero en recibir las consecuencias de dicha medida.
Habrá una unificación cambiaria y desaparecerá la brecha entre los distintos tipos de cambio, y en ese momento sabremos cuál será el nuevo tipo de cambio.
Por ejemplo, el dólar futuro posición diciembre en el Rofex de la Bolsa de Comercio de Rosario cerró a mitad de semana a $ 1.100 en el valor comprador.
Vale decir que, de arranque, con la salida del cepo el productor podrá vender su trigo con una mejora sustancial en el tipo de cambio.
Luego deberemos ver, conforme a las promesas del presidente Javier Milei, si habrá una reducción de la presión impositiva con chances de ajustar a la baja los derechos de exportación.
Este sería el premio mayor para los productores. Como vemos, todo indica que estamos ante un escenario de precios piso para el trigo nuevo, y cualquier medida o acontecimiento interno tendrá un efecto alcista sobre el mercado.
La soja es otro producto con una fotografía bajista para la nueva cosecha en Argentina.
Si observamos el cierre del mercado en las pizarras del Matba-Rofex, vemos que la soja posición mayo 2025 está cotizando a U$S 301, una baja de U$S 20 con respecto a las cotizaciones de la soja disponible, que es de U$S 321.
En cambio, la tendencia de la soja en Chicago muestra dos etapas bien definidas; una bajista, de U$S 11 entre septiembre y julio de 2024; y un segundo tramo alcista, de U$S 9,5 entre septiembre y mayo 2025.
A la soja le cabe el mismo análisis que para el trigo, la salida del cepo traerá más noticias positivas y alcistas que bajistas; en el caso de la oleaginosa, hay más tiempo hasta el ingreso de la cosecha nueva en abril 2025 para enfrentar algún atraso de la salida del cepo más allá de diciembre del 2024.
Como conclusión final, si hay mejora en el precio de la soja nueva para 2025, será principalmente por los factores internos por definirse que por la situación interna de la soja en Estados Unidos, donde se proyecta una mayor producción de 121 millones de toneladas versus 113 millones de 2024. (Agrovoz)

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