El Senado de la Nación premiará a Campo Solar

El martes 22 de mayo a las 11 horas en el Salón Manuel Belgrano de la Cámara de Senadores de la Nación se entregará el Premio Joven Empresario Argentino. La jóven empresa tresarroyense Campo Solar será una de las reconocidas

​El encuentro organizado con el apoyo de la comisión de Economías Regionales, Economía Social, Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Senado, tiene como objetivo reconocer a los empresarios que promueven la capacidad competitiva, la innovación, la creación de riqueza y el fomento del empleo. Desde que se lanzó el premio en el año 2009, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ya premió a más de 300 emprendedores.
La importancia que reviste este sector se explica en que el 55% de las pymes nacionales son propiedad de empresarios que integran este segmento, según datos suministrados por el Ministerio de Trabajo de la Nación, alcanzando a unas 335.500 empresas. Vale destacar, además, que 2 de cada 3 empresas que nacen son fundadas por menores de 40 años.
Entre las que recibirán su reconocimiento se encuentra la empresa tresarroyense Campo Solar. Como ya informamos en éste espacio la empresa brinda soluciones a los productores agropecuarios, principalmente ganaderos, mediante la utilización de energías renovables con bombas solares para extracción de agua, ofreciendo una solución integral a las necesidades de infraestructura, con una baja inversión y ecológica.
Sobre Campo Solar
Juan Ignacio Colombo y Tomás Podestá vieron una oportunidad en una necesidad. Y decidieron encarar un proyecto innovador que se basa en el uso de una energía renovable y en ofrecerles una solución integral a los productores agropecuarios. Así nació Campo Solar, la firma que dispone de un kit de bebederos y aguadas móviles alimentadas con paneles solares, como alternativa para chacareros que, por distintos motivos, no tienen infraestructura (molinos y tanques) para darles agua a sus animales.
Colombo es contador, Podestá ingeniero mecánico, los dos son de Tres Arroyos y tienen pasta emprendedora. “Queríamos hacer un proyecto en conjunto y teníamos claro que debíamos enfocarlo en el sector agropecuario. Y encontramos una necesidad respecto a dar bebida a las vacas en campos arrendados, donde no hay instalaciones y el que arrienda no quiere invertir. Debíamos ofrecer algo con el menos mantenimiento posible, que fuera confiable y amigable con el medio ambiente”, dijo Tomás.
“En principio vimos como una muy buena alternativa trabajar con bombas solares porque reemplazaba al molino, pero nos faltaba darle un toque integrador. Lo que queríamos era dar una solución no vender un producto. Entonces surgió la idea de armar una unidad móvil funcional que responda a toda esta necesidad en conjunto”, agregó Juan Ignacio.
“Tuvimos contacto con un productor agropecuario que era dueño de un campo y tenía los pozos, pero no tenía instalaciones y quería un sistema móvil para ir trasladándolo por distintos pozos a lo largo del establecimiento. El nos compartió la inquietud y nosotros decidimos que teníamos que ir por ese lado (el de la movilidad). Ahí fue cuando montamos un carro, un tanque y la bomba, entonces el productor lo engancha a un tractor, baja la bomba en el pozo que quiere trabajar y, si quiere, lo engancha y traslada a otro lote”, comentó el ingeniero.
“La bomba funciona con paneles solares, independiente de corriente eléctrica y de combustible y libre de mantenimiento; puede utilizarse con un tanque que esté montado sobre un carro o con un tanque australiano desmontable -se arma y desarma en menos de una hora- que lo cargas en una camioneta”, completa sobre las dos variantes que ofrecen hoy: una móvil y otra estacionaria.
A esas dos alternativas, los jóvenes emprendedores le anexaron aguadas plásticas. Entonces ofrecen una solución completa: la bomba que extrae el agua, el tanque, los bebederos, y la energía solar generada se puede aprovechar también para armar corrales con eléctricos. Toda una instalación para una explotación ganadera.
“Tratamos de brindar soluciones a cada una de las necesidades. Las soluciones se realizan a medida, después de estudiar cada caso particular”, explicó Tomás.
Para eso, se toma como dato la profundidad a la que se encuentra la napa en cada campo, la necesidad de agua y la cantidad de animales que lo utilizarán y, en base a eso, se hace un cálculo con el que se dimensiona y se busca la bomba justa para cada necesidad, “con esta alternativa, un productor puede solucionar el problema de falta de infraestructura en un campo y, una vez que termine su contrato, se lo puede llevar para usarlo de la misma manera en otro lado”, comentó Juan Ignacio.

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