Con varios frentes abiertos la dirigencia agropecuaria debatió fuerte ayer sobre el cierre de las exportaciones cárnicas, los efectos del paro en la comercialización de hacienda, la extensión de esa medida a los mercados granarios y la posibilidad de que también el maíz y los derivados lácteos sean afectados por medidas oficiales.
Lejos del descanso del feriado puente en el marco del nuevo confinamiento, la definición más contundente se produjo en la reunión del consejo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que resolvió pedir a la Mesa de Enlace de las entidades agropecuarias ampliar el paro en la comercialización de hacienda a la venta de granos hasta este viernes.
La conducción de la entidad asumió, de tal manera, el mandato que le llevaron las distintas regionales del país. En Córdoba, los productores reunidos en el predio de la Sociedad Rural de Jesús María habían planteado la semana pasada un endurecimiento en la postura.
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Otro lugar donde hubo repercusiones por el forcejeo fue en el ciclo de Charlas Granaderas organizadas por la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic) y la federación nacional del sector, Fifra.
En ese intercambio encabezado por el cordobés Daniel Urcía quedó en claro que el cierre de las exportaciones terminará por reducir el precio de la hacienda, pero esto no implica que se vaya a producir una baja en el mostrador. Entre quienes siguieron el Zoom se encontraba la secretaria de Ganadería de Córdoba, Catalina Boetto.
El analista Federico Santángelo deslizó ayer un dato que confronta contra la estrategia del Gobierno de pretender bajar el precio de la carne con el cierre de los envíos al exterior, que son muy difíciles de absorber en un mercado interno que tiene el consumo por el piso.
Durante el gobierno de Mauricio Macri, dijo Santángelo, el dólar se devaluó el 500%, las exportaciones cárnicas subieron el 346% y los precios en las carnicerías se elevaron el 186%, lo que marca el “desenganche” de una cosa con la otra. En el primer año de Alberto Fernández la carne subió el 75%, dijo el analista de la consultora Agroideas.
¿En la mira?
El temor de que el Gobierno avance también con un incremento en las retenciones de maíz agita a los productores primarios. La alimentación implica el 23,4% de los costos del feedlot, “el maíz representa el 15,5% del precio del novillo y el 11% del precio del kilo al mostrador”, explicó en la charla de Afic-Fifra el economista David Miazzo, de la Fundación Fada. “El maíz está a tiro”, advirtió.
Esto es lo que motiva a CRA a abrir el paraguas en el conflicto cárnico y plantearles a las otras tres entidades que integran la Mesa –Coninagro, Federación Agraria y la Sociedad Rural– que la medida que tomaron los ganaderos debe extenderse a la comercialización granaria para frenar cualquier intento oficial por subir las retenciones. (Agrovoz)
