Las caras eran de satisfacción, muchos días pasaron para poder volverse a calzar un par de botas y que el barro en los corrales salpicara fuerte. En ese contexto, llegaron los 5000 vacunos a colmar las dos ferias de Bahía Blanca, para el remate de Vittori-Ercazti.
Por la mañana, con el remanente de alguna llovizna, las ventas a la balanza en el predio de la Asociación de ganaderos, marcaron los 80 remitentes para una venta que tuvo algunos livianos buenos de consumo y una invasión de vacas, que a pesar de todo, mostró buenos valores para la gorda y para la “china”, dejando así que el grueso de lo salido de los campos, tuviera una buena plaza por delante.
Lo importante vendría con la invernada, donde muchos lotes de calidad y en cantidad, encontraron un “aluvión” de manos que llegaron de todos lados a la invitación de la casa y permitieron por un lado que no caigan los precios, pero sobre todo, influyeron en la agilidad de las ofertas.
A la hora de la hembra los buenos lotes encontraron criadores interesados, que hicieron que los números mejoraran en cuanto a la diferencia con el macho, donde muchos lotes, fueron para cría para alegría de los remitentes y del martillero que invitaba en cada uno de ellos, a que así fuera.
Por último, los vientres mostraron otro grado de dificultad, ya que la zona en general se encuentra en un momento de crisis hídrica, y la inversión por un vientre a parir en primavera, no siempre es tan atractiva, pero fueron encontrándose las manos y las ofertas, para en definitiva concluir un remate de gran número, de la mejor manera.
Con el martillo de Juan José Ercazti en el predio de la Asociación de Ganaderos y Agricultores y en la Sociedad Rural, con plazos de 30 y 60 días, éstos fueron los negocios:
Por Carlos Bodanza/Mauricio Bicondoa
