El engorde a corral con incertidumbre en la pandemia

La Cámara Argentina de Feedlot dió a nonocer el panorama que está atravesando el sector en medio del Covid-19. Admiten dificultades los retrasos en los traslados de hacienda e insumos. El principal factor es la multiplicidad de certificados de excepción a la cuarentena y a las distintas interpretaciones de las autoridades

Desde la Cámara Argentina de Feedlot, institución que desde 1997 nuclea y representa a las empresas dedicadas al engorde a corral en la Argentina, apoyamos las medidas tomadas por el Gobierno nacional y manifestamos que estamos trabajando arduamente para mantener el abastecimiento del mercado interno. También hacemos saber nuestra preocupación e incertidumbre generada por la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo actualmente. El Feedlot o Engorde a Corral ha venido creciendo año tras años, hasta convertirse en la actualidad, en el principal proveedor de carnes del país. No menos del 75% de la faena nacional, proviene de los corrales de nuestros asociados y del resto del sector en todo el territorio nacional. Esta actividad, no solo ha permitido mantener estables los niveles de producción de carne a la par del crecimiento agrícola, sino también se ha convertido en un importante sistema de agregado de valor de la producción granaria nacional, siendo hoy el principal consumidor de maíz del país.
En relación al aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional, cabe destacar que los feedloteros también tenemos las mismas preocupaciones y temores que el resto de la sociedad, pero rápidamente entendimos que somos un eslabón esencial para el abastecimiento del mercado interno. Por ello tomamos todas las medidas necesarias para lograr este objetivo, siempre buscando proteger y cuidar a nuestro personal y los transportistas que, tanto con hacienda como con materia prima para la alimentación, ingresan a diario a los establecimientos de engorde. Para ello estamos trabajando cumpliendo con los distintos protocolos establecidos por las autoridades competentes y a su vez, desde la CAF hemos realizado un trabajo que contempla recomendaciones específicas para nuestra actividad.
A pesar de las dificultades iniciales generadas por los retrasos en los traslados de hacienda e insumos a consecuencia de la multiplicidad de certificados de excepción a la cuarentena y a las distintas interpretaciones de las autoridades, sumado a las restricciones de personal que afectan a muchos feedlots: el engorde a corral se ha consolidado como el principal abastecedor de la demanda del mercado interno, generando el sostenimiento del mismo. Prueba de ello, es el aumento de la faena total que en marzo se ubicó en 1,093 millones de cabezas, superando en un 7,2% el nivel de marzo de 2019; y la producción de carne que alcanzó las 243 mil toneladas, un 5,4% superior al nivel de igual mes del año pasado. (Datos el Informe de CICCRA).
Por su parte los feedlots al 1/4/2020 muestran una ocupación del 59% de sus corrales, un punto por encima de la ocupación de marzo. La pobre evolución de la zafra durante febrero y marzo, producto de la situación tan particular que estamos atravesando, es inédita y plantea dudas hacia el futuro inmediato. El hecho que hoy tengamos una menor ocupación de los corrales que en enero, muestra la prudencia a la hora de las compras y nos permite prever que esta tendencia se profundizará en los próximos meses. Lo anterior se explica por múltiples factores: la suma de dificultades en la logística, las dificultades de sostener la actividad de las empresas por la falta de personal, la incertidumbre sobre cuantas y cuales plantas frigoríficas estarán activas en 60/120 días, junto con un achicamiento generalizado de la economía, el escaso crédito y las altas tasas de interés. Esta situación sumerge al sector en una gran incertidumbre que obliga a las empresas a ralentizar la actividad, lo que traerá como consecuencia una menor demanda para la hacienda destinada al engorde y seguramente caídas en los precios.
Del lado de la hacienda destinada a la faena vemos estabilidad mientras se mantenga una demanda alta con motivo de la cuarentena de las familias en sus hogares, para luego nuevamente caer en un escenario incierto. En relación a las exportaciones vemos que China ayudará a que el criador tenga un precio razonable por la vaca de descarte, pero en los mercados de alta calidad para el novillo, los tiempos de recuperación vuelven a ser inciertos.

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