A pesar del acuerdo de precios, el pan ha tenido un incremento del 30 por ciento en los últimos cuatro meses. En forma contraria a lo que el consumidor supone, no es el precio del trigo el causante del aumento.
Un reciente informe de Javier Buján, de la corredora Kimei Cereales, ha clarificado muy bien cuál ha sido el comportamiento del mercado de trigo en los últimos cuatro meses y su comparación con la variación en el precio del kilo de pan. El trigo disponible cotizaba a mediados de octubre pasado en 13.100 pesos por tonelada, mientras que hoy está cotizando a 12.660 pesos por tonelada, si tomamos como base el cierre del disponible en el Matba-Rofex.
La baja en el precio del trigo fue de tres por ciento si comparamos las cotizaciones en pesos. Si analizamos la variación del precio del trigo en dólares, el cereal ha tenido una baja del 7,6 por ciento si consideramos el precio de 0,225 dólares por kilo de mediados de octubre y el precio actual de 0,208 pesos por kilo.
Mientras tanto, el precio del dólar oficial acumula una suba de casi cinco por ciento: pasó de 58 pesos a 61 pesos por dólar al cierre de mitad de semana.
Sin embargo, el precio del pan ha sufrido un aumento del 30 por ciento: el valor del kilo pasó de 100 pesos a 130 pesos en la segunda semana de febrero. Si tomamos el aumento del precio del pan medido en dólares, corregido por la variación en el tipo de cambio, la suba ha sido muy cercana al 24 por ciento: al pasar el kilo de 1,72 dólares a 2,13 dólares.
Con este sencillo análisis matemático queda demostrado que no ha sido la variación del precio del trigo el factor causante del aumento en el precio del pan. Por otra parte, el precio del trigo ha tenido una baja durante el período bajo análisis.
Más contundente resulta entonces la afirmación de que no es el trigo el factor de suba del precio del pan; es la inflación inercial y estructural de nuestro país la principal causa del aumento en el valor del alimento.
De lo contrario, cómo se entiende que bajando el precio del trigo se ha producido un aumento en el precio del pan de la magnitud que ha tenido.
Otro dato muy importante lo aporta la fundación Fada, cuyo economista en jefe, David Miazzo, confirma que “el precio del trigo se multiplica por siete desde que el cereal sale del campo hasta el producto panificado que terminan comprando los consumidores en los comercios minoristas”.
El mismo informe de Fada es muy contundente al describir cómo se compone el precio del pan: 11,8 por ciento corresponde al valor del trigo; 4,2 por ciento, al molino; 66,3 por ciento, a los costos de producción, elaboración y comercialización de la panadería y un 17,7 por ciento son impuestos.
El otro tema importante es el referido al abastecimiento de trigo en nuestro país. Debe quedar bien claro que no existe riesgo de desabastecimiento para que los molinos puedan hacerse del trigo físico y cumplir con sus planes de molienda. Sí existe una expectativa distinta del mercado: mientras los productores no quieren vender el trigo ahora, pues especulan a una suba en el futuro, los molinos necesitan ahora el cereal.
En términos de mercado, venimos diciendo que todo trigo arriba de 200 dólares por tonelada debería ser una excelente oportunidad de venta para los productores. De hecho en esta última semana la tendencia en el precio del trigo disponible ha sido negativa.
Finalmente, si los molinos no disponen de capacidad financiera para comprar trigo disponible a plazos razonables, el gobierno más que pensar en intervenir el mercado lo que debería hacer es dar herramientas financieras para que los molinos puedan comprar y acortar sus plazos de pago.
Intervenir el mercado de exportación cuando los exportadores ya tienen comprado trigo y registradas ventas por casi todo el saldo exportable, no tiene ningún sentido práctico ni impacto en los precios, a los fines de mercado. No va a impactar en la decisión de venta del productor. (Agrovoz)
Trigo: absuelto de ser sospechoso de la suba del pan
En los últimos cuatro meses, el precio del trigo bajó tres por ciento. Mientras tanto, el valor del pan subió 30 por ciento. Por Pablo Adreani