El clima en la región fue eje de una charla en la CATA

“Las lluvias se van a dar permitiendo el desarrollo de los cultivos de fina”. Así lo dijo la Lic. Stella Carballo en su disertación llevada a cabo en la Cooperativa Agraria de Tres Arroyos.

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Como ocurre cada año en el amanecer de la campaña de fina, la licenciada Stella Carballo  (foto) es invitada por la Cooperativa Agraria para explicar lo que indican los pronósticos y las condiciones climáticas que deberán enfrentar los cultivos durante el invierno y la primavera.
En esta oportunidad, la climatóloga trajo buenas nuevas para los productores en lo que respecta a las precipitaciones y dejó la incógnita de la posibilidad de que se registren heladas tardías, ésas que tanto pegaron el año pasado. “Nosotros venimos de un 2018 que fue entre neutro y Niño débil, y este año los pronósticos están dando exactamente el mismo panorama. Es decir, nos hablan de que los próximos meses van a transcurrir dentro de esa misma condición, con posibilidades de que las lluvias se presenten. Algunos meses se darán con más frecuencia, algunos con menos, pero siempre permitiendo el desarrollo de los cultivos”, explicó la ex referente del Instituto de Clima y Agua del INTA.
Hasta ahí todo bien. Aunque al hablar de la similitud con el año pasado, a muchos productores les empezó a doler la cabeza: una de las características de la campaña fina pasada fue el daño que causaron en cebadas y trigos las heladas de fines de octubre y, principalmente, de noviembre. “El año pasado después de un buen arranque con lluvias de otoño, en esta zona se dio un septiembre también llovedor. Pero en octubre las precipitaciones se cortaron y ahí aparecieron las heladas, que también se dieron en noviembre y pudieron afectar a los cultivos”, analizó.
“De cara a esta campaña, el riesgo de heladas tardías puede existir. Cuando tenemos un Niño moderado o fuerte, el riesgo es mínimo. Pero ante condiciones de neutralidad y Niño débil, puede haber algún mes en el que la frecuencia de frentes disminuye, el flujo de humedad del norte se apacigua, y ahí puede dar entrada a algún evento polar que puede causar problemas”, agregó.
Perfiles cargados
En lo que se refiere a la actualidad y al corto plazo, Carballo indicó que después de un período seco las precipitaciones que se dieron en mayo en buena parte de la provincia de Buenos Aires augura una buena siembra de cebadas y trigos.
“En los últimos días se han recuperado bastante los perfiles, tanto en La Pampa como en el sur bonaerense, que era donde estaba faltando humedad. Lo que ocurrió es que mientras en esta región las precipitaciones eran escasas, en el norte era una lluvia tras otra. Y eso tuvo su impacto sobre la ganadería de cría y sobre los tambos”, indicó.
“Lo que ha cambiado es que los frentes y la humedad dejaron de entrar por el norte -por eso las lluvias se daban ahí-, y empezaron a ingresar por la Patagonia. Entonces, disminuyeron las lluvias en el norte y aumentaron en el sur. De modo que, salvo excepciones, los perfiles en este momento están con buena carga en todas las zonas de producción”, completó la licenciada.
Llovido sobre mojado
Carballo también se refirió al comportamiento que está teniendo el clima en el hemisferio norte, y detuvo su análisis especialmente en lo que está ocurriendo por estas horas en Estados Unidos.
“Allí se está dando una situación clave, porque hace dos meses que está siendo afectado por lluvias de gran intensidad. A esta altura del año, Estados Unidos tradicionalmente ha tenido un 90% de sus maíces ya implantados, mientras que en soja el avance alcanzaba un 50%. Y este año no llega ni al 50% de esa expectativa”, manifestó la licenciada.
Este marcado atraso en las siembras de los cultivos de gruesa impacta en los valores de los commodities. “Los precios que venían tranquilos por la guerra comercial que tiene Estados Unidos con China, que eso generó que no hubiera ventas al gigante asiático, y por lo tanto hay un sobrestock. Pero ahora, con el temor de que no se pueda cumplir con las expectativas de siembra de maíz, y habrá que ver qué ocurre con la soja, esa tranquilidad de los mercados se tornó en ansiedad y nervios que redundaron en una interesante recuperación en la última semana de los precios”, dijo Carballo.
Según los pronósticos, en las próximas dos semanas esa zona productora de Estados Unidos recibirá lluvias muy importantes, con lo cual eso haría continuar la tendencia alcista en los valores. Aunque la climatóloga prefiere moderar las expectativas: “Es cierto que todo indica que seguirá lloviendo y que será muy difícil que puedan completar las tareas de siembra en tiempo y forma. Pero también es real que Estados Unidos tiene una enorme capacidad técnica como para sembrar en pocos días la superficie planificada. Con lo cual debemos esperar a ver qué es lo que pasa”.
Un escenario completamente distinto se vive en las zonas productoras de Europa. “Mientras que el año pasado en mayo estaban pasando una sequía histórica, ahora atraviesan una situación climática óptima, y se estima que van a poder recuperar su capacidad de producción, y los excedentes que volcarán al mundo van a compensar la falta de oferta de Estados Unidos. Con lo cual también impactarán en los precios”, finalizó la licenciada.(LVP)


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