Más que hacer un balance del ciclo que termina, el análisis del mercado de granos empieza a enfocarse en lo que puede ocurrir en 2026, con señales que ya aparecen en los precios, los flujos comerciales y la dinámica de la demanda.
Soja: un mercado más dependiente de la industria
Todo indica que China no repetirá en 2026 el fuerte volumen de compras de soja argentina observado este año. El alto nivel de existencias del gigante asiático, tras adquirir mercadería de Brasil y Argentina, reduce las chances de un nuevo pico de demanda.
En ese escenario, el mercado local quedará mucho más atado a la demanda de las aceiteras argentinas, justo cuando la cosecha se proyecta en torno a 50 millones de toneladas, algo por encima del ciclo previo.
Un dato relevante es que la industria llega con stocks muy bajos, lo que podría aportar sostén a los precios, especialmente en soja temprana.
El mercado de futuros deja una señal contundente: la soja nueva cotiza cerca de 30 dólares por tonelada por debajo de la soja disponible.
Con unas 6 millones de toneladas aún en manos de productores, la estrategia de retener esperando mejoras encuentra hoy un límite claro. El mercado ya está anticipando una baja y lo refleja en las posiciones abril–mayo.
Para la soja de nueva cosecha, en cambio, se espera una demanda firme por mercadería temprana, lo que podría traducirse en mejores valores ofrecidos por la industria en ese tramo inicial.
Trigo: barato, competitivo y con demanda asegurada
El trigo argentino aparece hoy como uno de los más baratos del mundo, en comparación con el trigo estadounidense (Hard Winter) y el ruso.
Si bien hubo preocupación por el menor nivel de proteína, los excelentes rindes permiten contar con volumen suficiente de trigo grado uno y dos, plenamente exportable. Sobre una producción cercana a 28 millones de toneladas, la calidad no sería un obstáculo relevante.
Actualmente hay apenas 4 millones de toneladas registradas para exportación, frente a un saldo exportable estimado en 20 millones, lo que deja margen para nuevas ventas.
El escenario para el trigo es positivo por dos razones:
• su precio competitivo a nivel global,
• y la preferencia de los países de Medio Oriente por el trigo argentino, más duro y corrector que el ruso.
A esto se suma que el mercado de futuros ya muestra subas a partir de enero, una vez finalizada la cosecha.
Maíz: exportación cauta y fuerte absorción doméstica
Para el maíz se proyecta una cosecha cercana a 60 millones de toneladas, pero el foco inmediato está en el ciclo 2024/25.
La exportación tiene 25 millones de toneladas vendidas, sobre un saldo exportable de casi 32 millones. A pocos meses del ingreso del maíz temprano (febrero–marzo), la demanda por mercadería disponible se muestra limitada.
La explicación está en la prudencia de los exportadores, que evitan nuevas declaraciones de ventas sin certeza de abastecimiento. Mientras tanto, el maíz disponible encuentra destino en el consumo interno, transformándose en proteínas a través de avícolas, porcinos, tambos y feedlots.
Girasol: precios firmes pese al avance de cosecha
El girasol muestra un comportamiento distinto al del resto de los cultivos. La escalada del conflicto en el Mar Negro está afectando infraestructura clave en Ucrania, incluyendo industrias aceiteras, lo que actúa como factor de sostén para el precio internacional del aceite de girasol.
En Argentina, no se observa una caída fuerte de precios entre enero y marzo, aun con el avance de la cosecha en el sur.
Los productores ya comercializaron cerca de 1,2 millones de toneladas de girasol nuevo, alrededor del 20 % de la cosecha, como estrategia para asegurar precios y liberar espacio.
Si bien los valores están por debajo de los del año pasado, muestran resistencia a la baja. Además, los rendimientos proyectados, que podrían ser récord en varias zonas, ayudarían a compensar eventuales ajustes de precios.
Un año que exige estrategia
El 2026 se perfila como un año de decisiones finas y lectura atenta del mercado. Con precios que ya están anticipando escenarios, el desafío para el productor será no ir a contramano de las señales y diseñar estrategias comerciales acordes a cada cultivo.
Pablo Adreani – Agripac (Especial para CAMPO total)




















