Un clasico de cada fin de año en CAMPO total radio es conocer el «pulso» de la maquinaria Agrícola. Por eso hablamos con Maximiliano Salas, referente de Distribuidora Z, quien destacó que el mes de junio fue un punto de quiebre, con una fuerte desaceleración que se hizo sentir en toda la cadena de la maquinaria. A partir de ese momento, el segundo semestre se volvió más complicado, especialmente para alcanzar los volúmenes proyectados a comienzos de año.
Dos realidades bien marcadas
El año dejó en evidencia dos comportamientos claramente diferenciados. Por un lado, la ganadería fue el gran motor, con una demanda sostenida de implementos, favorecida por mejores condiciones económicas y una mayor decisión de inversión por parte de los productores. Este impulso se reflejó incluso en zonas de fuerte perfil agrícola, donde la venta de implementos ganaderos tuvo un desempeño destacado.
En contraste, el sector agrícola atravesó un escenario más complejo, afectado por márgenes ajustados y precios que no acompañaron. Tras un primer semestre con actividad normal a buena, la demanda se fue enfriando hacia mitad de año. Sin embargo, la buena campaña de fina y la correcta implantación de la gruesa comenzaron a mejorar el ánimo en los últimos meses.
Maquinaria usada y crédito
En el mercado de maquinaria usada, el mayor movimiento se concentró en tractores, mientras que en rubros como sembradoras el usado comenzó a ganar protagonismo frente a la dificultad de afrontar inversiones más grandes. En ese sentido, la anunciada importación de maquinaria usada no tuvo impacto concreto en la operatoria local y quedó más en expectativas que en hechos.
El financiamiento continúa siendo uno de los principales desafíos. La mayoría de las operaciones se concretaron con financiación propia de las empresas, ante la falta de líneas bancarias atractivas. Las expectativas ahora están puestas en los anuncios que puedan surgir en las próximas exposiciones del sector, donde se espera la llegada de créditos con tasas razonables.
Mirando al 2026
El cierre del año deja un escenario exigente, pero con algunos fundamentos más firmes. La reactivación del crédito, junto con una mejora en la rentabilidad del agro, será clave para impulsar la renovación de maquinaria, un factor central para la eficiencia productiva en la región.
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