Voy a insistir con un tema que es la causa por la cual los márgenes del negocio para producir soja, para exportarla y para procesarla se han visto perjudicados. Tiene que ver con la actual política cambiaria que está llevando adelante el Gobierno.
Podemos decir que el Gobierno ha sido exitoso en bajar la inflación, en reducir el gasto público, en controlar el déficit fiscal. Pero hay que tener en cuenta que el no atraso del tipo de cambio, y digo no atraso porque al Gobierno no le gusta decir que el tipo de cambio está atrasado.
Vamos a decir que la fortaleza del peso y la debilidad del dólar están impactando mucho en los costos de las empresas. Porque tenemos que agregarle un dato no menor. La inflación acumulada enero-octubre del 105% implica que todos los bienes y servicios en pesos en la Argentina se ajustaron con ese índice. Estoy hablando de fletes de camión, costos de producción, labranzas, pulverización, cosecha, comercialización.
Y se le agrega el hecho que el dólar se ha mantenido estable por la política del Gobierno de aumentar el 2% de devaluación mensual, más que dólar estable, la caída del precio de los dólares alternativos, el MEP, el contado con liqui y hasta el blue, cuando el dólar exportación 80-20 estaba referido al 80% al dólar oficial y 20% al contado con liqui. Pero sucede que el contado con liquid bajó a niveles impensados, entonces el beneficio del 80-20 tiende a desaparecer, ya no es tal. Pero eso es un tecnicismo.
Vayamos a la realidad. La realidad me dice que el productor tuvo un aumento de los costos de producción porque los costos de bienes y servicios siguieron la inflación acumulada del 110% en el octubre. Con un dólar quieto o en baja, tus precios y costos en dólares aumentaron. En el caso del productor de soja, aumentó el rinde de indiferencia, el rinde necesario para cubrir costos. Al aumentar el rinde de indiferencia baja el ingreso de los productores, baja la supuesta ganancia y baja la rentabilidad.
¿Por qué digo supuesta ganancia? Porque atrás de todo esto hay una especie de abrazo del oso. Muchos economistas independientes y del sector están considerando que el modelo está funcionando muy bien y el abrazo del oso es el aumento de los costos de producción en los productores de soja, el aumento de los costos de elaboración y de exportación en la industria aceitera.
Ahí está la madre de todas las batallas, porque si uno analiza el margen de la industria aceitera para mayo del 2025 con una soja mayo 2025 en el Matba Rofex de 274 dólares, el precio de neutralidad en donde la industria tiene un margen cero, no gana ni pierde plata, es de 262 dólares para la soja mayo del 2025. O sea que al mercado le cabría una baja de 13 dólares, pero no.
La baja hoy es trascendental. ¿Por qué? Porque a 262 dólares o 270 dólares, el 80% de los productores de soja pierden plata. Entonces a mí me dicen no, pero el productor tiene que aumentar la productividad. No hay ningún porcentaje de productividad que pueda aumentar que compense el 33% de retenciones.
Entonces el productor tiene dos caminos, o la soja sube 100 a 150 dólares en el mundo, que las chances las veo muy bajas, salvo algún problema geopolítico o climático en alguna parte del mundo, o el gobierno se decide a bajar las retenciones. Pero no bajarla por un tema ideológico o gremial, bajarla porque si no la mayoría de los productores se van a fundir.
Mientras el Estado sigue ganando plata, porque recauda retenciones sobre un rendimiento de 2.000 o 3.000 kilos que no cubre costos, el productor ve cómo se funde.
Pablo Adreani, especial para CAMPO total radio
La Soja y la rentabilidad, solo dos caminos
El actual sistema cambiario afecta negativamente a los márgenes del negocio de la soja, aumentando costos de producción e impactando en la rentabilidad de los productores. Se requieren cambios en las retenciones o aumentos significativos en los precios internacionales. Por Pablo Adreani