Avenas para grano: una alternativa para la rotación de la región

Por Ing. Agr. Liliana Wehrhahne - Chacra Experimental Integrada de Barrow (Tres Arroyos)

La avena es un cereal que se siembra principalmente para producción de forraje, ya sea para pastoreo o para la confección de reservas. Es una alternativa interesante para rotar con trigo y cebada ya que no comparten enfermedades. En nuestra región, además del uso forrajero, se realiza la cosecha de grano que se destina a nuevas siembras para todo el país, parte es consumido como grano forrajero y una porción se destina a la industria de avena para consumo humano.
En la pasada campaña agrícola 2017/18 para los 4 partidos de influencia de la Chacra Experimental Integrada Barrow, la avena con sus diversos destinos ocupó el 17 % de la superficie de cultivos de fina, de las cuales solo se cosecharon unas 35.000 hectáreas, siendo Tres Arroyos y Gonzales Chaves los de mayor superficie cosechada (Forjan H. y Manso L. 2017). En el Parque Industrial de la ciudad de Tres Arroyos hay tres empresas que dan valor a la materia prima de éste cereal, transformando el grano de avena en distintos productos para la alimentación humana, mientras que otras dos fuera del Parque Industrial realizan algún proceso que agrega valor para otros usos. Del mismo modo industrias radicadas fuera del área, compran el grano en nuestra región para procesarlo en sus plantas.
El INTA a través del trabajo de Mejoramiento genético desarrollado en la Estación Experimental de Bordenave y en la Chacra Experimental Integrada Barrow, genera cultivares con distintas características agronómicas, algunos más adaptados a la producción de forraje mientras que otros producen más grano y de buena calidad para industria. Junto a la elección del cultivar y del lote dónde se va a sembrar, el clima y el manejo del cultivo contribuirán a lograr un buen resultado. Dentro del manejo la elección de la fecha de siembra es muy importante.
En la campaña 2017 fue sembrado en la Chacra Experimental un ensayo en tres fechas de siembra, 2 de junio, 5 de julio y 3 de agosto. En la siembra se emplearon 150 kg/ha de fosfato diamónico y en macollaje se aplicaron 100 kg/ha de urea. Se mantuvo libre de malezas empleando Metsulfurón más Dicamba en dosis comercial y se aplicó fungicida Cripton X Pro para control de roya de la hoja. Participaron algunas líneas experimentales comparadas con cinco variedades originadas en el programa de mejoramiento de avena de la Experimental: Bonaerense INTA Aikén, Bonaerense INTA Calén, Bonaerense INTA Maná, Bonaerense INTA Sureña y Bonaerense INTA Yapa. En este informe se presenta la información correspondiente a los cultivares comerciales.
En el cuadro 1 se presenta un resumen de los datos para las tres fechas del total de los participantes.Cuadro 1: Datos promedio, máximo y mínimo de rendimiento en kilos por hectárea, Peso hectolítrico (PH) en kilos por hectolitro y peso de mil granos (PMG) en gramos; para cada fecha de siembra.
En el cuadro 2 se presentan los datos de rendimiento de los cultivares de la tercera fecha que fue la de mayor producción.Cuadro 2: Fecha de 50% de panojamiento, Altura en cm., rendimiento en kilos por hectárea, peso hectolítrico en kg/hl y peso de mil granos en gramos.
Hay que destacar que las condiciones agroclimáticas del año 2017 fueron muy favorables para los cultivos de cereales de invierno en nuestra región. Las temperaturas moderadas y las lluvias reiteradas permitieron un llenado de grano muy satisfactorio. Estas condiciones favorecieron también el desarrollo de enfermedades, particularmente roya de la hoja (Puccinia coronata) que se presentó temprano en primavera y roya del tallo (Puccinia graminis) que causaron mucho daño en aquellos cultivos que no fueron protegidos con fungicida. Como se puede observar en el Cuadro 1 el mejor comportamiento de los cultivares se obtuvo en la última fecha de siembra. Todos los cultivares evaluados lograron un excelente rendimiento acompañado de muy buen peso hectolítrico. Se destacaron por éste parámetro B.I. Sureña y B.I. Yapa.
Un dato interesante es que la emergencia este año se produjo más rápido que lo normal para las tres fechas de siembra, ya que para siembras de junio y julio lo habitual es que esta ocurra en 25-30 días y en esta campaña se produjo a los 20 días.
Debemos considerar que la fecha de 3 de agosto resulta algo más riesgosa, ya que si no se dan condiciones de humedad para una rápida emergencia y posteriores para lograr una buena implantación, el cultivo estaría corriendo algún riesgo. En 2017 las precipitaciones acompañaron el buen crecimiento y desarrollo del cultivo.
Si bien hay una tendencia a sembrar temprano las avenas para grano, muchos de los cultivares que existen en el mercado, son de ciclo intermedio a corto, por lo que es conveniente un manejo similar a trigos de ciclos intermedios, respondiendo mejor en rendimiento y calidad con fechas de siembra de mediados del mes de julio.

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