De acuerdo con los registros de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en la primera campaña de vacunación contra la Aftosa recientemente terminada, se inocularon 53,0 millones de cabezas, unos 645 mil animales más que en la primera campaña de 2021.
Con esta recuperación, el stock se ubicaría al mismo nivel de 2020, cuando se vacunaron 52,99 millones de cabezas.
El incremento del stock se concentra en las provincias pampeanas: Buenos Aires, 212 mil cabezas más (1,1%); Santa Fe, con un aumento de 164 mil (2,6%); La Pampa, 159 mil más (4,7%); Entre Ríos, 70 mil más (1,6%) y Córdoba, 30 mil animales más (0,6%).
En el NEA y NOA, pese al desastre del verano (incendios, sequía), el stock ganadero se mantuvo sin cambios en las dos provincias más pobladas, como son Corrientes y Chaco; hubo un aumento sorpresivo en Formosa de 39 mil animales (2,5%) y sólo declinó en Salta (60 mil, lo que presenta 5% menos) y Santiago del Estero (con una retracción 52 mil, el equivalente a 3,4%).
Completando los datos de la vacunación, debe decirse que se encontraron muy leves variaciones en el número de vaquillonas (-0,5%), de novillitos (-2%) y de novillos (+1,3%).
El aumento en el número de terneros logrados, en relación a la cantidad de vacas y en relación al stock total, haría subir también la tasa de extracción de equilibrio del rodeo, que durante décadas ha estado en un 25% y que ahora podría ser del 26-26,5%.
Rentabilidad histporica
Según el “Boletín de Resultados Económicos Ganaderos”, que desde 2012 publica el Ministerio de Agricultura (ahora Secretaría de Agricultura), el “Modelo de Cría Mejorado de la Cuenca del Salado” presenta a agosto último un resultado neto de 31.785 pesos por hectárea.
El número representa 13% más a moneda constante que un año atrás y todavía un 49% más alto que el promedio de los años 2012-2021.
El modelo analiza una explotación de cría especializada, de 450 hectáreas, 410 vacas y 80% de destete, y una producción de carne de 161 kilos por hectárea.
La rentabilidad que presenta este modelo en agosto último es el valor más alto de la serie, siempre para el mes de agosto.
El resultado económico de agosto pasado es consecuencia de ingresos que se ubicaron un 28% por encima del promedio histórico 2012-2021, y de gastos totales que resultan un 7% superiores en términos reales a dicho promedio.
La rentabilidad, siempre para el mes de agosto de cada año, comienza la serie en 2012 con unos 25.000 pesos por hectárea, cae a unos 15.000 pesos en 2013, se recupera luego a unos 20.000 pesos promedio en el período 2014-2020, para escalar luego hasta los 22.000 pesos de 2021 y lograr el máximo de la serie -siempre en pesos de agosto último- en el octavo mes de este año con 31.785 pesos por hectárea.
Si lo que analizamos es la evolución de las principales variables durante el último año, entre agosto de 2021 y agosto de 2022, se observa una mejoría del 6,7% en los ingresos totales -a moneda constante-, con una suba de sólo 2,6% de la facturación por venta de terneros, pero con un incremento del 14% por la venta de vacas.
Los costos totales de la explotación retroceden un 2,3%, con un costo de personal que cae un 1,8% y un costo de sanidad que baja un 10,5%, siempre entre agosto de 2021 y agosto de 2022, y a moneda constante.
La rentabilidad sobre el capital invertido de esta explotación, incluyendo la tierra (450 hectáreas.) era del 2,1% en agosto del 2019, del 4% en agosto siguiente, del 4,8% en agosto del año pasado y del 6,3% en agosto del 2022. (Agrovoz)