Las expectativas no eran pocas, tras las lluvias que trajeron alivio a gran parte de la región, más un resultado electoral que podría ponerle un límite a la insensatez gubernamental respecto al sector cárnico exportador, el remate de Vittori-Ercazti, mostró mucha gente volviendo a la feria y viejas caras, queriendo ver qué pasaba, pero en persona.
Por eso más allá de un consumo bien de feria, la vaca rápidamente mostró las pezuñas, con muy buenos valores para la gorda y toda la manufa-china como en sus mejores tiempos, ofertada, pujada, buscada. Ni siquiera la conserva miró para otro lado, dejando todo arriba de los 100$ y muy bien promediado. El asombro llegaría con los toros, donde toda la torada se pagó muy por encima de todos los números anteriores, mostrando tal vez necesidades o futuros pedidos, que suenan en algunos informes de exportación.
La hora de la invernada no cambió el rumbo: un “Juanjo” Ercazti rodeado de manos en alza, permitieron un remate ágil, sostenido y con una firmeza que se veía en las caras y en los comentarios, con muchos operadores quedándose afuera de las tarifas obtenidas.
La hembra nunca se quedó atrás, y con hasta tal vez mejor calidad que el macho, mostró misma firmeza, manos y agilidad, para que el derrotero llegara a unas vacías que encontraron sus números, al igual que las pocas preñadas y algunos lotes con cría.
Lo destacado de la jornada? El ánimo de los productores, las manos que acompañaron y el importante número de remitentes-que habla de muchos lotes que llegaron a la feria a cerrar cuentas urgidas- que seguramente la lluvia postergó y en los corrales encontraron sus respuestas.
Las ventas:Informe: Hinding-Bodanza-Bicondoa
Las lluvias cambiaron el ánimo en Bahía
Con un remate de mucha firmeza y cambios en categorías claves, se vio otro “aire” en la feria.