Más recría y mayor destete, tendencia de la nueva ganadería

El mayor consumo interno y la menor oferta en el feedlot compensan por ahora la caída de las compras chinas. Por Ignacio Iriarte

Si se toman los precios del novillito en Liniers, a moneda constante, para el período 2015-2019, se observa que en promedio el mes de enero se ubica en unos 89,20 pesos de hoy por kilo vivo, en febrero en 93,40 pesos, en marzo baja a 92,40 pesos, en abril cede a 90,20 pesos, en mayo se ubica en 90,40 pesos y en junio repunta a 91 pesos por kilo.
En los últimos dos años, o sea 2018 y 2019, en ambas oportunidades el precio del novillito a moneda constante se redujo en marzo con respecto a febrero. El precio real del novillo tocó un piso contemporáneo en noviembre-diciembre de 2018, con 77-78 pesos de hoy por kilo vivo, para subir a lo largo del 2019, a causa del enorme volumen que la demanda china terminó por sustraer al consumo interno, y la competencia incipiente entre consumo y exportación.
La suba de precios actual, que ya acumula una mejora (en moneda corriente) superior al 20 por ciento con respecto a noviembre pasado, y que se da pese al derrumbe de la demanda china y a una caída de la actividad exportadora superior al 35 por ciento, puede atribuirse a que la restricción estacional de oferta de ganado liviano de enero-febrero ha sido este año superior a la de años anteriores.
Una mejora en la demanda del consumo, insinuada ya en los últimos meses del año pasado, y una restricción de oferta del feedlot superior a lo esperado, estarían más que compensando –por ahora– la fuerte baja de la exportación a China. Se trata de un mercado que en los últimos meses del año pasado llegó a llevar un kilo de cada cuatro de la producción argentina de carne vacuna.
Tendencia ganadera
Ayacucho, con 845 mil cabezas de ganado vacuno, es el partido con mayor cantidad de hacienda de la provincia de Buenos Aires, y uno de los de mayor densidad ganadera del país.
De acuerdo a los datos de la Segunda Campaña de Vacunación contra la Aftosa de 2019 de la primavera pasada, el distrito tiene hoy las existencias más altas de la serie histórica desde que arranca la campaña en la primavera del 2001. Actualmente, el stock ganadero se ubica dos por ciento por encima de año 2018. Se mantienen las existencias de terneros, pero caen las de vacas (2,6 por ciento), al tiempo que mejora el porcentaje de destete, que con 79,5 por ciento supera en 2,2 puntos porcentuales el índice del año anterior.
Esta mejora en el procreo, pese a la recuperación apuntada, encuentra el índice por debajo del 84,3 por ciento de 2008, 80,9 por ciento logrado en 2002 y el 80,3 por ciento obtenido en 2011.
El trabajo que elaboró la Sociedad Rural de Ayacucho presenta también un “índice de retención”, que relaciona la suma de vaquillonas y novillitos de este año con los terneros al pie de la madre de la primavera anterior.
El indicador así qué porcentaje de destete se retiene para su recría o engorde. El porcentaje de retención se ubica esta última primavera en un 67,9 por ciento, contra un 64,7 por ciento del año anterior y un 59,3 por ciento de 2015, como reflejo de la tendencia generalizada a la recría que tienen hoy en día la mayor parte de las zonas criadoras.
En 2009, en plena liquidación, se retenía sólo 45,2 por ciento. La suma de novillos y vaquillonas registradas esta última primavera, es la más alta de los últimos 18 años.
Menos vacas, igual cantidad de terneros, más novillitos, vaquillonas y novillos, más recría, mejora moderada en la tasa de destete. Un reflejo perfecto de las nuevas tendencias en la ganadería argentina. (Agrovoz)

Compartir: