En base a datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación estima que la cantidad de terneros y terneras comercializados en el bimestre junio-julio se ubicó 9,2 por ciento por debajo de igual período del año pasado.
En enero-mayo, el movimiento de terneros ya había sido 1,8 por ciento inferior al de 2018, en una tendencia que se acentuó a partir de junio debido a la estrategia de muchos ganaderos de retener terneros para la recría.
En los últimos meses, viene aumentando marginalmente la cantidad de terneras que entran a los feedlots, a la vez que disminuye también moderadamente el volumen de terneros que ingresan a los corrales.
Por este motivo, en la ganadería argentina actual conviven de manera paradójica una liquidación incipiente de vacas y vaquillonas, con una retención moderada de terneros, terneras y novillitos. Algo menos de cría, algo más de recría; algo menos de grano, algo más de pasto.
Tyson
El 9 de agosto pasado se incendió una de las plantas frigoríficas más grandes del mundo: la de la firma Tyson en Honcomb, Kansas (Estados Unidos). Tiene capacidad para faenar más de seis mil cabezas por día, lo que representa entre el cinco y el seis por ciento de la capacidad diaria de todo EE.UU. Con otras seis plantas, es el mayor grupo frigorífico de ese país.
Con una capacidad instalada a nivel nacional que ya venía muy justa, casi insuficiente para todo lo que creció la oferta de novillos y vaquillonas en los últimos dos años, este cierre ha provocado una caída del precio del novillo. Fue de aproximadamente un 10 por ciento en los primeros días, para recuperarse luego parcialmente.
Se presenta entonces un cuello de botella, puesto que la capacidad actual de los frigoríficos –al menos en el corto plazo– no alcanza para procesar todo el ganado ofertado. En el 2010, antes de la gran seca, la capacidad diaria de faena de la industria estadounidense era de 139 mil cabezas; seis años después, se redujo a 125 mil.
Por otra parte, la salida de la actividad de esta megaplanta de Kansas ha reducido la oferta mayorista de cortes de carne vacuna, provocando una suba del 10 por ciento en el “cut-out” en menos de dos semanas. Los directivos de Tyson dejaron trascender que podría volver a operar en enero del 2020, pero gran parte del mercado descree de esa afirmación. Mientras tanto, la empresa está redireccionando la faena a las otras plantas.
Como consecuencia de la caída en el precio de la hacienda, y del aumento simultáneo del precio mayorista de los cortes vacunos, el margen industrial, que era a principios de mes de 160 dólares –ya muy alto–, a mediados de agosto era de 358 dólares por cabeza. Toda la industria, entonces, cuenta hoy con un margen de utilidad históricamente inédito, según datos de la Consultora Sterling, pero que seguramente tenderá a reducirse. (Agrovoz)
Tendencia en el negocio: menos terneros, más recría
Entre junio y julio, se redujo con fuerza el comercio de terneros. Por Ignacio Iriarte