La reforma agraria encendió la alarma en el sector

"Hay que avanzar con una reforma agraria, que implica necesariamente una redistribución de la tierra" dijo Juan Grabois, dirigente de las organizaciones sociales referenciadas en el kirchnerismo lo que encendió una nueva polémica. En tanto hoy se sumó Pérsico, otro líder social.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesa, Luis Miguel Etchevehere, avivó la polémica por el planteo de una reforma agraria del dirigente social Juan Grabois (foto) y advirtió que la propuesta «genera alerta en la producción» y que el sistema «ya fracasó».
El referente de la CTEP (Corriente de Trabajadores de la Economía Popular) pugnó por la expropiación de tierras de quienes posean más de cinco mil hectáreas en caso de que triunfe el Frente de Todos. Así, solicitó en una serie de videos publicados en su Facebook una reforma agraria aunque aclaró que no hay «consenso» en la fuerza que lleva como candidato presidencial a Alberto Fernández.
Hoy Etchevehere volvió a responderle al dirigente social luego de que ayer en Twitter le contestó que «ese sistema ya fracasó».
«Es tan mala la herramienta que hasta el mismo comunismo la ha dejado de lado. Si uno no es dueño de la propiedad privada y no se respeta eso, no hay inversión, y si no hay inversión, no hay generación de empleo», destacó el funcionario.
Además, dijo que las expresiones de Grabois se suman a las de «otro dirigente que propuso algo similar, con la reinstalación de una Junta Nacional de Granos», en referencia al diputado Felipe Solá, quien había manifestado la «necesidad de ir hacia un sistema similar» a ese organismo del pasado.
La Junta Nacional de Granos fue un organismo público de regulación del mercado de granos creado en 1933, y transformado en 1946, en el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), cuando se lo habilitó para comprar y vender todos los bienes agrarios e industriales del país.
En tanto, Etchevehere insistió hoy en que la Junta Nacional de Granos también es «una herramienta perdida en el tiempo por ineficiente, y por haber sido motivo de corrupción».
Por su parte, el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, se sumó a la réplica de su colega y dijo a través de un tuit que «preocupa que un dirigente social reconocido como Grabois esté proponiendo que se avance contra la propiedad privada de los argentinos. Su propuesta de reforma agraria es claramente inconstitucional. No amerita mayor análisis».
A esas definiciones, Grabois respondió enseguida también desde Twitter y sostuvo que «los poderosos no debaten, agreden a quienes osamos cuestionar sus privilegios».
Y citó: «El Compendio de Doctrina Social de la Iglesia (2004) dice: ‘La reforma agraria es, por tanto, además de una necesidad política, una obligación moral’. Juan Pablo II no era precisamente comunista», añadió.
También dijo que «le recomiendo a los ministros @lmetchevehere y @ljsarquis que en vez de indignarse teatralmente por la opinión personal de un militante se concentren en resolver la Emergencia Alimentaria y la catástrofe social que produjeron en Argentina».
Para Etchevehere, pedir una reforma agraria es «desconocer el trabajo en red del campo que coordina esfuerzos de contratistas, proveedores de insumos, transportistas y profesionales, entre otros. La base del desarrollo es el respeto a la ley y la propiedad privada para garantizar la seguridad jurídica de los productores».
En esa línea, el jefe de la cartera de Agroindustria concluyó: «Miremos el caso de Venezuela, que también empezó la expropiación por el agro, y después siguió por las industrias, el petróleo, las fábricas. El trágico cómico ‘exprópiese’ que lo llevó al hambre y al aislamiento del mundo».
Grabois publicó videos en las redes sociales y en el último, emitido ayer, sostiene: «No hay un consenso dentro del Frente de Todos, pero sí hay un fuerte consenso dentro de los movimientos sociales y populares: hay que avanzar con una reforma agraria, que implica necesariamente la redistribución de la tierra». En tanto hoy miércoles el secretario general del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, se sumó al polémico pedido de Grabois y pidió no estigmatizar este tipo de herramientas.
«Eso significa que no puede haber en la Argentina terratenientes. Nadie puede tener más de 5.000 hectáreas. Esas extensiones de tierra son injustas y no pueden ser posibles en este país», evaluó del dirigente de la CTEP a BAE.

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