La incertidumbre vuelve a hacer pie en los mercados, tanto a nivel internacional como en la Argentina. El Gobierno Chino no sólo devaluó su moneda. También declaró que desde ayer las empresas de ese país detuvieron sus compras en los Estados Unidos, tanto de granos como de harinas. Como hemos expresado en anteriores informes, esta disminución de las compras puede obedecer no sólo a una actitud de represalia, sino también a una menor demanda interna de balanceados a partir del brote de fiebre porcina que obligó a sacrificar millones de animales en los últimos meses.
Mientras tanto, Chicago aguarda con ansiedad el próximo informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que se conocerá el próximo lunes. Se trata de un informe muy esperado porque vienen surgiendo discrepancias de importancia entre lo que viene diciendo este organismo y las opiniones de los consultores privados, sobre todo en relación a la situación del cultivo de maíz en ese país.
En la Argentina mientras tanto, la incertidumbre tiene un condimento electoral. Muchos productores vienen retrasando ventas, bajo el supuesto de que tras las elecciones es inevitable una corrección del tipo de cambio. Es una estrategia razonable para el maíz y la soja, pero quizás no tanto para el trigo, donde la lógica muestra una caída importante en los precios incluso medidos en dólares, en la medida que se acerque la próxima cosecha, entre diciembre y enero.
¿Hay atraso cambiario? ¿Cuánto debería valer el dólar?
En el marco de la actual coyuntura, el Banco Central tiene la consigna de evitar que la cotización del dólar sufra sobresaltos, que puedan alterar la tranquilidad y el humor social en un momento particularmente sensible en términos electorales. Para ello la entidad cuenta con una batería de herramientas que viene utilizando de manera efectiva desde hace ya algunos meses.
En ese contexto, la cotización del dólar viene mostrando un recorrido sin mayores sobresaltos, aunque considerando los últimos meses, aumentos que se sitúan claramente por debajo de la inflación, tal como era de esperar. En ese marco, algunos analistas y empresarios han vuelto a hablar de que estamos frente a un escenario de atraso cambiario.
El concepto de atraso cambiario es relativo, ya que remite a la utilización de un punto de referencia que se utiliza como patrón para la comparación. Así por ejemplo, si tomáramos el tipo de cambio que existía en septiembre/octubre del año pasado y lo ajustáramos por inflación, hoy el dólar debería valer aproximadamente 56 pesos. Un analista reconocido como Orlando Ferreres estima que efectivamente hay atraso cambiario, y que el dólar debería situarse entre los 54 y los 55 pesos.
Más allá de estas consideraciones, nuestra visión es que tras las elecciones, el Banco Central, gane quien gane, deberá comenzar a bajar las tasas de interés en pesos, para enviar una señal más consistente al sistema productivo. En ese contexto será inevitable también una corrección del tipo de cambio. De cara al 2020 la Argentina tiene que tener, inevitablemente un dólar alto, sea quien sea el presidente.
Informe que llega a uds. por gentileza de Asociación Mutual DAN
Los mercados, el sector y el dólar
El Licenciado Carlos Seggiaro brindó como lo hace habitualmente a través de Asoc. Mutual Dan, un informe económico sobre la actualidad de los mercados agropecuarios y del dólar.