En el marco del debate «Trigo 2023, el desafío» se reunieron grandes referentes del sector que analizaron el escenario actual y futuro del cultivo. La conducción estuvo a cargo del periodista Ricardo Bindi y el objetivo del encuentro fue «repensar la cadena de trigo». Leonardo Sarquís, Ministro de Agroindustria bonaerense, destacó la importancia de la cadena triguera en la provincia de Buenos Aires donde más de 140 mil personas trabajan de forma directa o indirecta. Además, explicó que actualmente existen 47 mercados abiertos para este cultivo pero hizo hincapié en que hay muchos países cercanos, sobre todo los latinoamericanos, que pueden ser futuros compradores de trigo argentino.
«Siempre incentivamos al productor a que siembre. Hoy restan entre un 45 y un 47% de superficie por sembrar: venimos muy bien. Si este escenario se mantiene hay una posibilidad muy grande para este cultivo y una campaña muy buena. Hay que motivar al productor a sembrar en cantidad y calidad: el trigo es nuestro cultivo insignia», explicó.
La importancia de las obras hídricas en la producción
El funcionario provincial también destacó la relevancia de las obras de infraestructura para aumentar la producción. «En el caso de la provincia de Buenos Aires hay una obra muy importante que es la Cuarta Etapa del Plan Maestro del Salado que abarca 62 municipios de los 138 que tienen actividad agroindustrial y muchos producen trigo. A fines de 2021, principios de 2022, gran parte de la Provincia dejará de tener casi el 82%/83% de posibilidades de inundarse y eso no es menor porque se van a recuperar 1.200.000 hectáreas que hoy no se pueden utilizar en forma potencial y muchas de esas son trigueras», afirmó.
Además destacó: «La producción de calidad es mérito de los productores que apuestan cada vez más a la tecnología pero también las obras también son un mérito del Estado, luego de muchos años de desidia y de no haber hecho las cosas bien. La Gobernadora María Eugenia Vidal y el Presidente Macri tomaron la iniciativa de decidir que estas obras no se suspendan con escenarios restrictivos como el año pasado y hoy están favoreciendo a la producción».
Con respecto a la reciente firma del tratado Mercosur-UE, Sarquís alagó el acuerdo y aclaró que se debe trabajar mucho en la «letra chica». «He visto a algunos políticos que ven un problema y acá no hay problema. El jueves de la semana pasada no teníamos estos mercados: hay que felicitar a los argentinos, nosotros como Gobierno pudimos ponerle el moño al paquete, pero hay que felicitar a todos los que estuvieron trabajando en esto. Cuando me enteré del acuerdo Mercosur-UE lo primero que pensé es: podemos venderle pasta a Italia», ejemplificó. Pero aclaró: «Hay que considerar que cada vez estamos más controlados desde lo fitosanitario, las exigencias de nuestros compradores van en aumento, pero tenemos la capacidad para hacer las cosas bien para ser competitivos y productivos».
Al ser consultado sobre la Ley de Semillas, el Ministro explicó que la Argentina necesita de forma «urgente» la normativa ya que «genera certezas». «Las compañías, sean nacionales o internacionales, necesitan tener certidumbre porque así generan producción, empleo y mejoran la calidad de vida de las personas. Ojalá que los tiempos den para que se apruebe este año», consideró.
Por su parte, Enrique Erize, presidente de la consultora Nóvitas, destacó que ante el temor de un excedente de trigo deberíamos empezar a «mirar los mercados latinoamericanos» como futuros compradores. «En soja somos imbatibles, en maíz estamos peleando el segundo puesto, y en trigo estamos séptimos u octavos pero es un mercado donde hay muchos más competidores», opinó.
En tanto, Javier Buján, presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, destacó la importancia de contar con un mapa de calidad de trigo. «Lo voy a repetir siempre: necesitamos un estándar que solidifique la oferta».
Una cadena que crece
Otro de los oradores del debate, Marcos Hermansson, vicepresidente del Matba-Rofex, destacó el crecimiento del sector. «En 2017 se operaron 26 millones de toneladas en total de las cuales dos millones fueron de trigo. En 2018 el Matba operó 44 millones de toneladas: ocho millones fueron de este cultivo», afirmó.
Raúl Dente, de la Federación de Acopiadores, explicó que hubo un aumento de la calidad promedio de los trigos que produce la Argentina. «Ojalá eso se consolide en el proceso de producción y exportación de trigo», agregó.
Por su parte, Diego Cifarelli, presidente de la Industria Molinera Argentina (FAIM), explicó que la cadena tiene una gran oportunidad. «El productor agropecuario hizo su tarea, el resto de los eslabones tenemos que buscar la competitividad que nos falta. Como industrial lo que le pido al Gobierno son certezas y reglas de juego. Por suerte tenemos autoridades que nos escuchan. La exportación de harina de trigo no tiene tope», afirmó. En tanto, David Hughes, presidente de ArgenTrigo, enfatizó en que es fundamental que los legisladores este año aprueben la Ley de Semillas.
Por último, Sarquís, concluyó: «Tenemos que evaluar todas las herramientas que otorguen certidumbre a la cadena y al primer eslabón, que es el productor. Todos los que estamos en esta mesa de debate tenemos una relación, conversamos frecuentemente: este tipo de eventos se deberían dar en todas las cadenas productivas».
El debate fue transmitido vía streaming por el canal Agrositio y se podrá volver a ver en la misma web.
La cadena de trigo bonaerense genera más de 140 mil puestos de trabajo
A fines de 2021, principios de 2022, gran parte de la Provincia dejará de tener casi el 82%/83% de posibilidades de inundarse y se recuperarán más de 1,2 millones de hectáreas.