Con la misión de garantizar una activa participación del sector productivo en la fijación de las políticas y en las estrategias globales de decisión institucional, el Consejo Directivo del INTA -cuerpo colegiado integrado por cinco representantes del sector público y cinco del sector privado- impulsa la reorganización de la estructura del organismo. En la última reunión, aprobó un plan de reestructuración para integrar agencias de extensión e institutos de investigación de la agricultura familiar.
“La agricultura familiar posee una especificidad propia y merecedora de estudios e intervenciones diferenciales y que también comparte problemáticas productivas, medioambientales, sociales y económicas con el resto de los actores agroindustriales”, indicó Juan Balbín, presidente del Consejo Directivo del INTA.
En este sentido, el Consejo Directivo entiende que los institutos para la agricultura familiar (IPAF) requieren una mayor integración regional de los investigadores, profesionales y técnicos de la agricultura familiar con los equipos de trabajos del INTA en el territorio. “Queremos trasladar las decisiones al territorio”, afirmó Balbín y agregó: “Hoy las decisiones se toman desde Buenos Aires y nosotros queremos estar mucho más cerca del productor y de los agricultores familiares, por eso empoderamos a los Centros Regionales para que sean los que definan los temas”.
En esto se fundamenta la decisión de que los IPAF, región NEA (Formosa), región Cuyo (San Juan) y región Patagonia (Neuquén) pasan a ser “áreas de investigación” dependientes de los Centros Regionales de su territorio, interactuando con el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar a nivel nacional porque es el que tiene el panorama de toda la agricultura en su conjunto.
“Esto permitirá potenciar, integrar y federalizar con las provincias el trabajo de investigación, innovación y transferencia con una fuerte impronta territorial”, señaló Balbín y añadió: “Queremos avanzar en el desarrollo de productos que mejoren la vida cotidiana de los pequeños agricultores con impacto concreto en los territorios”.
En cuanto a las Agencias de Extensión Rural, Balbín aseguró que todas permanecen activas. “La propuesta es integrar 12 agencias de extensión, que están funcionando dentro de Estaciones Experimentales Agropecuarias, para lograr una interacción mayor entre la agencia y la experimental”, indicó. Asimismo, Balbín reafirmó que “no se van a cerrar agencias, ni centros de investigación, ni a despedir empleados. Al contrario, buscamos potenciar las líneas de trabajo”.
Además, en línea con el decreto 632/2018 sobre optimización de la estructura en los organismos del Estado Nacional, el Consejo Directivo impulsa la modificación de los puestos de gestión del organismo. “En la actualidad, tenemos una estructura que incluye 1095 puestos de gestión en una planta de 7000 empleados”, dijo Balbín y puntualizó: “En la estructura actual esta relación se representa en 6 a 1, cuando en un organismo como el nuestro en otros países está en el 10 o 12 de cada 1”.
Los integrantes del Consejo Directivo manifestaron su confianza en el cuerpo profesional del INTA, sus trabajadores de campo y los líderes de gestión, con la certeza de que esta decisión fortalecerá a la institución en la concreción de sus logros al servicio del sector agroindustrial y de la Argentina.
El INTA reorganiza su estructura
Con una fuerte impronta en el desarrollo de productos que mejoren la vida cotidiana de los pequeños agricultores con impacto concreto en los territorios, el Consejo Directivo del INTA impulsa la reorganización de algunas de las estructuras del organismo.