Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires evaluaron el impacto de la implementación de una ley de promoción del uso de fertilizantes en cultivos extensivos en Argentina.
Actualmente el proyecto de ley propone la deducción como gasto adicional en la liquidación anual del Impuesto a las Ganancias del 100% del monto deducible por gastos en fertilizantes para uso agropecuario a partir del ejercicio fiscal en el que se comercialice la primera producción a la que fueron aplicados los fertilizantes.
Entre las principales conclusiones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se destaca:
* Considerando escenarios basados en la aplicación de paquetes tecnológicos ya existentes, se encontró que el consumo de fertilizantes podría incrementarse entre 21% y 45%.
* A su vez, el correspondiente incremento en la producción podría alcanzar el 12%.
* La medida sería neutral desde el punto de vista de la recaudación fiscal.
* El incremento de impuestos vía incremento de producción y servicios relacionados derivados de un estímulo fiscal, compensa la caída impositiva propia del incentivo.
* No necesariamente una reducción de la carga impositiva sobre una actividad es sinónimo de una caída en la recaudación fiscal.
* Debe destacarse la existencia de beneficios adicionales a la evaluación netamente fiscal de la ley propuesta, relacionados al incremento en el valor agregado de las cadenas productivas en los diferentes escenarios.
* En el escenario más conservador, una medida neutral desde el punto de vista fiscal podría generar un incremento de 1.000 millones de dólares en el producto bruto de las principales cadenas agrícolas de Argentina.
“Debe notarse que una medida de promoción de esta naturaleza también tendría efectos positivos relacionados con la sustentabilidad ambiental de los sistemas de producción, el ingreso de divisas por exportaciones y la creación de empleos directos e indirectos, los cuales podrían ser objeto de futuros trabajos”, comentaron desde la gerencia de estudios económicos de la Bolsa de Cereales.
Cabe señalar que el proceso de análisis estuvo apoyado en tres herramientas: el Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) y el modelo de cadenas de valor, ambos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, y el modelo computacional PEATSim-Ar de la Fundación INAI.
En tanto, desde la entidad porteña explicaron que el principal punto de incertidumbre radica en que es difícil prever cuan propensos son los productores a mejorar sus paquetes tecnológicos frente al incremento en los márgenes. Debido a ello, se trabajó con escenarios de adopción alternativos. Los mismos se comportan de manera conservadora, dado que no se supone un aumento en la demanda de fertilizantes de los productores ya ubicados en los niveles de alta tecnología. (Agrofy)