Bajo la consignación de Monasterio Tattersall y un sol bien primaveral, promediando la tarde, los primeros lotes de vientres preñados de la cabaña hacían su ingreso a la pista central rodeada de tribunas completas de amigos y clientes que año a año acompañan la venta. La situación financiara actual no es la mejor, las reglas de juego cambian constantemente, y en ese ámbito y ante la elección minuciosa de los asistentes las hembras P. Hereford se fueron colocando sin quedar ningún lote sin vender.
Alfonso Monasterio comenzó a “dirigir la orquesta” y luego de que entrara la última vaca preñada se disponía a presentar a los destacados toros Puros Registrados, S/ y Pedigree que la Cabaña Trapense ponía a disposición. Con buen ritmo y valores resonantes los primeros lotes de machos se iban yendo con sus nuevos dueños, y entre café, paste y alfajores la tarde avanza al ritmo que pretendía el Martillero.
Turno de Sebastián Sanz cuando promediaban los reproductores y la responsabilidad de mantener lo iniciado por Alfonso. Ante la atenta mirada de Omar, Rubén, Alfonso, Guillermo y todos los asistentes, el “nuevo dueño” del martillo no aflojaba en su afán de pedir, plantando como condición no vender un toro por menos de cincuenta mil pesos.
Y en poco más de una hora los Pampas eran historia en La Rural de Azul. Los que se sentaron en las tribunas, lo hicieron con la convicción de poder elegir genética Hereford con trabajo y respaldo que avalaban los que se veía en pista. Cabe señalar que Cabaña Santa Dionisia participó como incitada con vientres P. Hereford VIP.
Pasó uno más de Los Ángeles en una verdadera tarde ganadera con la premisa de mostrar un Hereford definido dejando la huella bien marcada de que en Azul, hubo un Pampa que pisó fuerte.
Detallamos los negocios:
El Pampa pisó fuerte en Azul
La Sociedad Rural ubicada sobre la Ruta Nacional 3 fue el recinto del gran evento anual de Cabaña Los Ángeles que presentó una muy buena fila de toros y vaquillonas para le elección y selección de los productores que se acercaron en busca de genética y un “Hereford definido”.