Por ser el puma una de las especies más amenazadas de la ecorregion pampeana, su caza está prohibida en las provincias de Buenos Aires, Santa fe, Córdoba, San Luis y Entre Ríos.
Una manera de combatirlos es justamente la utilización de estos perros como ocurre en un par de establecimientos de Coronel Pringles.
El pastor de Maremma no suele pasar desapercibido debido a su impresionante tamaño y su vistoso pelaje blanco, pero su apariencia no es su rasgo predominante. Este perro, original de Italia central, es conocido por sus extraordinarias aptitudes para pastorear ovejas, vacas y varios tipos de ganado. Esta raza es muy apreciada en el centro de Italia y otras regiones, además, por su capacidad de aportar un valor económico real.
Proteger a ovejas y a otros tipos de ganado contra ataques de otros animales como pumas o zorros (hasta osos y lobos en otros países) es la principal tarea del pastor de Maremma, que aprovecha el color de su pelaje para camuflarse entre las ovejas, especialmente de noche, haciendo prácticamente imposible para los predadores su detección. Independiente y resoluto, el perro ovejero de Maremma tiene también una predisposición natural hacia la vida al aire libre gracias a su innata resistencia a las enfermedades y los climas adversos.
Cómo convertirse en el guardián de un rebaño
Aunque el pastor de Maremma pareciera no necesita entrenamiento, cuidar un par de detalles importantes harán de él un excelente custodio. Empezar a una edad muy temprana es sumamente importante. Una posibilidad que sería ideal es facilitar que la hembra dé a luz en un establo cerca del ganado, de modo que desde sus primeros momentos de vida el cachorro esté en contacto directo con los animales que un día protegerá, favoreciendo su aprendizaje en la etapa más óptima.
A la edad de dos meses, los cachorros pueden ser insertados en el rebaño, independientemente de si es ése el rebaño en el cual sus padres trabajan o uno nuevo. En esta etapa, es importante desarrollar una confianza mutua entre el perro y los animales del rebaño. Al principio, es aconsejable crear un espacio en el establo de acceso exclusivo al cachorro para no forzar su contacto con el ganado, y asegurar que su comida y su agua están a salvo de ser pisoteadas o ingeridas por los otros animales.
Con cada semana que pasa, el cachorro crecerá, se mostrará cada vez menos torpe con el ganado y el tiempo que conviva con el rebaño crecerá exponencialmente. Cuando alcancen los seis meses de edad, los perros habrán superado su entrenamiento como guardianes y habrán tomado posición como actores fundamentales en el comportamiento del rebaño, totalmente integrados en el sistema jerárquico dentro del grupo de perros guardianes. Y es que, en éste los papeles se encuentran bien distribuidos, en algunos casos consisten en supervisar directamente los movimientos del ganado, en otros en mantenerse a distancia, cuidando las espaldas de aquellos que se encuentran inmersos en el rebaño. Además hay un dato no menor, el perro no debe tener contacto permanente con el hombre mientras esté en el campo.. debe permanecer viviendo con las ovejas.
La alimentación
Hay que prestar atención a la alimentación del pastor de Maremma desde temprana edad, pues un cachorro puede aumentar su peso en más de un kilo a la semana. Para favorecer el desarrollo óptimo del crecimiento del sistema esquelético del perro y capacitarlo para moverse hay que suministrarle una dieta rica en calcio.
El gran cuidador
Luego del lamentable hecho ocurrido en Pringles días atrás con el ataque de pumas matando sesenta corderos, el pastor de Maremma aparece con la mejor opción para evitar los ataques