¿Qué puede esperarse para el segundo semestre? El ternero de invernada, que se viene comercializando a un ritmo 30 a 40 por ciento mayor que a esta altura del año pasado, probablemente comience a escasear a partir de junio-julio. Y es posible que su precio se recupere paulatinamente a partir de mediados de año.
El techo de valores de la invernada, en el marco de una oferta que se espera sea muy reducida a partir de julio, lo dará el precio del gordo. También se registrará una fuerte reducción en la oferta de vacas (conserva, manufactura), que se están vendiendo en forma adelantada, sean por vacías o por boqueo. Si en el invierno falta pasto, la oferta de vacas se puede mantener alta hasta bien entrada la primavera.
El cliente va a estar presente (China), pero la mercadería faltará en el segundo semestre. También faltará, pero menos que la vaca y el ternero, el novillo pesado. Este año habrá poca recría y la mala relación novillo/maíz limitará seguramente el agregado de kilos a los machos.
La mayoría de la recría se hace a pasto y este es un año en que lo que va a faltar es precisamente pasto. Para el gordo liviano se vienen haciendo pronósticos muy pesimistas para julio-noviembre, por la posible salida concentrada del enorme volumen de hacienda de consumo que hoy se está encerrando.
Pero los feedloteros, si bien tienen fuertes reservas sobre los precios del gordo del segundo semestre, no descartan que la sobreoferta prevista se atenúe por una mejor distribución en el tiempo de lo encerrado. Y porque la otra pata del gordo liviano para consumo, el ganado pastoril suplementado, también tendrá un año difícil para producir y engordar.
Un final de invierno lluvioso y con barro puede acentuar la suba de precios de vacas y terneros de invernada, y atrasar –no sería la primera vez– la performance de la hacienda encerrada en los feedlots.
¿Revisión de la 481?
La Unión Europea (UE) revisaría el acuerdo comercial que tiene con Estados Unidos, que dio lugar a la cuota 481, cupo creado para compensar a los estadounidenses por la prohibición comunitaria de importar carne de animales que hayan sido tratados con hormonas y antibióticos. Estados Unidos estaría reclamando para sí en forma exclusiva 30 mil toneladas anuales. Y si esta demanda se concreta, los demás proveedores (Uruguay, Australia, Argentina) deberán competir por las 15 mil toneladas de cortes restantes.
Si la UE no revisa el acuerdo antes del inicio del año agrícola comunitario, que comienza el 1º de julio próximo, el reglamento actual de la 481 estaría vigente por lo menos hasta el último trimestre del año 2018.
Estados Unidos tiene una limitada cantidad de feedlots –en su momento se habló de sólo 600 corrales– que están dispuestos a producir un novillo sin el uso de hormonas y antibióticos. Estos corrales, para producir este tipo de animal, demandan como compensación 15 pro ciento de sobreprecio en relación al novillo standard, que es lo que estiman empeora la conversión del novillo producido en forma “natural” para la cuota 481.
Con una oferta interna disponible limitada de novillos sin hormonas ni antibióticos, Estados Unidos no estaría en condiciones de cumplir con una eventual cuota 481 exclusiva de 30 mil toneladas. Para el año agrícola europeo, se estima que Argentina colocará unas 6000 toneladas “481”, casi el doble que el año anterior. (Agrovoz)
Cuota 481: Cerca de duplicar sus exportaciones a Europa
Se estima que el país terminará colocando unas seis mil toneladas de carne producida en feedlot. Por Ignacio Iriarte