Semana a semana, el profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, analiza el mercado de granos a nivel internacional, en especial con el contexto que marca la guerra en Ucrania, y también en el plano nacional, tras los recientes anuncios del Gobierno.
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«Si tomamos la primera posición de Chicago, veremos que los precios han estado estables en las últimas tres semanas. Los fundamentos alcistas más evidentes: merma productiva en Sudamérica, parate logístico en Ucrania, y los compradores reacomodando sus compras ante la menor oferta, parecen estar muy tomados en los precios. Los fondos especulativos están comprados en maíz y soja, y con una posición chica en trigo. Sin embargo, los compradores están teniendo problemas para absorber y trasladar a los consumidores finales estos precios».
«También debemos mencionar que la entrada de la cosecha Sudamericana de soja, aún cuando es menor a lo proyectado, deprime los precios. En Junio/Julio tendremos todo el maíz tardío ingresando al mercado y podría generar el mismo impacto».
«¿Por donde pasa lo nuevo? En lo inmediato por la intención de siembra en EEUU, ya que el 31 de marzo tendremos el reporte de intención de siembra. Si bien los precios son muy altos, el Outlook Forum de febrero apuntó a algo más de soja y menos maíz. Esto se debería al aumento de costos. Veremos que sale del reporte».
«Por otro lado, también hay dudas sobre la capacidad de Ucrania de sembrar: en abril, debería implantar maíz y girasol; y se habla de que con suerte llegaría al 50% del área. En tanto en julio/agosto, el foco será el clima en EEUU, donde hoy hay seca sobre el oeste».
¿Qué sucede en Argentina?
«En el mercado local se destacan los pobres rindes del 10% del maíz que se cosechó y los de soja que se comienzan a reportar, aún con un avance muy bajo. Esto hizo que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires bajara 2 mill.tt. adicionales su estimación de producción. En soja todavía mantiene 42 mill.tt. pero es muy probable que deba reducirla».
«Los productores están más proclives a vender cereales que soja, al igual que viene ocurriendo los últimos dos años. El temor a la intervención, y en general el no saber qué hacer con los precios, está detrás de este comportamiento».
«Como vemos la conclusión es un mercado que sigue muy volátil, ya que tenemos factores tanto alcistas como bajistas de peso. Es de esperar que tengamos una pausa o una baja leve de precios de corto plazo, y que luego veamos un rebote».
«Aquí la actitud debería ser muy distinta dependiendo de la campaña. La 21/22 se sembró con costos muy bajos y los precios elevados generan un margen ante el cual podemos darnos el lujo de esperar. De todas formas lo haríamos con PUT comprado para asegurar el peor escenario. En tanto la campaña 22/23 viene con costos muy altos, y los precios actuales, contagiados por lo alto que está el disponible, generan un margen de razonable a bueno. El problema es que los factores alcistas son muy coyunturales. Cuesta pensar en que se mantengan hasta 2023. Por ello recomendamos ir calzando todas las compras de insumos con ventas para la nueva campaña». (Agrofy)