La verdad es que conocíamos aquel dicho que decía «el día que las vacas vuelen», pero no estaba la versión para los machos, hubiese sido el título para lo que vivimos en Laprida en la subasta de toros de El Rincón.
Y sin dudas con la vuelta del remate físico y el regreso de los interesados a la feria mas las lluvias caídas impulsaron la intención de la demanda.
Casi ni acomodarnos, casi de un suspiro, y hasta alguno sin poder «manotear» un pastel que cuando quiso darse cuenta se habia vendido el último lote.
Y si bien fueron 30 toros, los 24 minutos que se tardaron hablan de una venta sumamente ágil.
Una torada general pero bien puesta, con el trabajo de genómica realizado, con padres importantes de la raza pero con algo fundamental según dicen los que compran y vuelven a comprar: «los toros funcionan».
Sin dudas el resultado dejó muy contento a Daniel Capdevielle y su familia sobrtodo por el acompañamiento de muchos amigos y viejos clientes que participaron de la venta en el predio ferial.
Con plazo de 60 y 90 días, mas las tarjetas rurales, con el martillo de Jorge Rodríguez para Monasterio Tattersall junto a representantes de la firma, les dejamos los valores de la jornada:
Una tarde de toros con alas
En Laprida se realizó la sexta venta anual de El Rincon de Daniel Capdevielle donde los toros "volaron"