Arrancó una nueva gestión de Gobierno con la que se renuevan expectativas e incertidumbres. El sector de ganados y carnes ha mejorado sustancialmente su perfomance exportadora aportando más de 3 mil millones de dólares al superávit de la balanza comercial, representando el 20% de ese superávit.
Los ingresos por exportaciones cárnicas son absolutamente superavitarias porque no tienen contrapartes de importaciones y por eso las contabilizamos directamente en el superávit, en su defecto se usarían para compensar importaciones y eso no es lo que Argentina necesita. El Presidente Alberto Fernández fue claro en sus conceptos: tenemos que generar trabajo, producción y exportaciones para poder salir adelante.
La reactivación de la exportación ha permitido crear nuevos puestos de trabajo y generar ambiente de reactivación en la actividad, los cuales se han visto demorados en primer lugar por la crisis económica y la falta de financiamiento adecuado y en segundo término por el cambio de gestión de gobierno.
El sector necesita producir más para aprovechar la oportunidad que genera China motivada por su crisis sanitaria y para seguir abasteciendo el mercado interno que es nuestro principal destino y para eso se necesita rentabilidad para que los capitales privados desembarquen en el sector y para ello el Gobierno debe dar señales claras.
El mercado interno y su aprovisionamiento también depende de las mismas señales, la producción de carnes ha crecido en nuestro país pero es limitada. El stock ganadero perdido en 2009 todavía no se recuperó íntegramente. En el pasado cercando (2009-2011) pudimos apreciar que ante una disminución del stock los precios en el mercado doméstico subieron sin incidencia de la exportación y fueron los más caros de la última década.
El productor ganadero necesita mejores precios y seguridad para invertir porque sus resultados se verán en un lapso mínimo de 2 a 3 años. Es biología y no hay soluciones mágicas, el único acelerador posible es con políticas que promuevan la inversión en ganadería y que por otra parte no se hicieron en los últimos 20 años al menos.
En materia de frigoríficos es necesario aceptar que se requiere primero de instalaciones y operatividad que aseguren una producción con garantías sanitarias, también se requiere de más escala para reducir costos. Esta realidad va en contra de la falsa creencia que un matadero en cada pueblo mejora las condiciones sanitarias, reduce costos y genera empleo. Es exactamente al contrario, menos sanidad en el proceso productivo encarece el producto y precariza el empleo.
El productor ganadero necesita mejores precios y seguridad para invertir porque sus resultados se verán en un lapso mínimo de 2 a 3 años
Es necesario un plan de modernización de la industria. Los frigoríficos tienen que ser regionales, con adecuadas instalaciones, con salas de despostadas y con capacidad de frío suficiente. Una vez conseguida esa base, luego se pueden comenzar a pensar en sistemas de comercialización en cortes. Cualquier política diferente implicaría poner el carro delante del caballo.
Es necesario trabajar en los distintos impuestos nacionales, provinciales y municipales que encarecen nuestra producción y que pagan en definitiva nuestros consumidores y que además generan situaciones de competencia desleal entre los operadores. Está demostrado por distintos trabajos de investigación, entre ellos el que publica FADA, que cuando en el valor de un kilo de carne el 40% son impuestos, entre ellos los ingresos brutos y las tasas de abasto son los más distorsivos.
En Argentina nos debemos un gran acuerdo en materia de ganados y carnes entre el sector público nacional y provincial con sector privado para construir sector pujante. Las provincias han estado ausentes de esta definición política y a veces conspirando en contra del gobierno nacional, así lo demuestra la historia desde la promulgación de la Ley de Policía Sanitaria Animal en el año 1900.
Desde FIFFRA aspiramos y anhelamos que el Presidente Alberto Fernández y su equipo logren construir esa relación Federal con todas las provincias y avancemos todos a construir sobre bases sólidas y duraderas.
Temas pendientes en la agenda de ganados y carnes
Opinión del Med. Vet. Daniel Urcía, vicepresidente de FIFFRA