Fue bastante previsible el discurso del nuevo Presidente: una apelación a terminar con la grieta que divide a los argentinos, una apuesta a la producción en detrimento de las actividades financieras, la prioridad en términos de políticas públicas para los sectores
más desprotegidos de la sociedad, la invitación a consensuar un nuevo pacto social entre los distintos actores empresarios y sociales a los efectos de definir políticas de Estado de largo plazo.
En ese contexto, no hubo mayores precisiones en términos de acciones instrumentales. El Presidente planteó que en los próximos días se irán conociendo las distintas medidas en términos concretos, como salarios, tarifas, política cambiaria y monetaria, presión impositiva, etc. Sin embargo, en algunos párrafos del discurso se pudieron descifrar los siguientes conceptos. A saber:
a) No hay un Plan B para negociar con el FMI y los acreedores externos. Se solicitará una prórroga de dos a tres años para comenzar a pagar la Deuda Pública. Y no se aceptarán condicionamientos externos a la política económica. Un tema difícil, y ciertamente urgente, ya que los compromisos de pago de deuda durante el primer semestre del 2020 prácticamente duplican las Reservas Netas del Banco Central.
De hecho, condicionar el pago de la Deuda a la recuperación de la economía, que es lo que Alberto Fernández planteó en su discurso de manera explícita, explica la caída de las acciones y los bonos argentinos durante el día de ayer en los mercados, tanto en Buenos Aires como en Nueva York. Una respuesta previsible.
b) Se instrumentará una agresiva política crediticia tendiente a reactivar el mercado interno, muy probablemente a tasas negativas frente a la inflación. Se pondrá especial énfasis en apoyar a las Pymes.
c) Es inevitable un tipo de cambio alto de cara a los próximos años, porque hay que apostar a un país exportador que genere divisas para pagar la deuda y que también estimule un nuevo impulso en términos de crecimiento económico.
d) No se ejecutará el Presupuesto Nacional que elaboró el Gobierno saliente para el 2020. En realidad, hasta que no haya elementos con respecto a la negociación de la Deuda Pública, resulta prácticamente imposible programar adecuadamente el nivel de Gasto Público.
e) Las Pymes están en una situación de “proporciones dramáticas”, debido a lo cual requieren un urgente alivio fiscal (la moratoria impositiva de la que hablamos en nuestro informe anterior) y estímulos apropiados para salir adelante. En ese contexto, habrá apoyos especiales para las Cooperativas y las empresas vinculadas agricultura familiar.
f) Recuperar el mercado interno, el Plan contra el Hambre, las acciones previstas para bajar los niveles de pobreza, la recuperación de la delicada situación de los jubilados, expresan un combo de acciones que indefectiblemente aumentarán el nivel de Gasto Público, de un Gobierno Nacional que ya tiene déficit en sus cuentas, y que además no tiene acceso al crédito. Lo anterior implica que el aumento del Gasto Público se financiará básicamente con emisión monetaria.
g) De lo anterior se deduce que la inflación deja de ser un objetivo prioritario de política económica para el Gobierno Nacional, al menos durante el 2020. El flamante titular del INDEC, Marcos Lavagna, planteó un pronóstico del 40 % de inflación para el próximo año. A nuestro juico esa cifra sería un piso a considerar. Muy probablemente será mayor.
Mercados Agropecuarios – La cadena comercial y los problemas
Tras el Default de BLD, las cadenas agroalimentarias del país se encuentran por estos días nuevamente en estado de alerta, frente a la delicada situación de la Empresa Vicentín desatada la semana pasada, imposibilitada de hacer frente a los pagos de sus obligaciones bancarias y comerciales.
La deuda de la empresa aparece a todas luces como insostenible, en un combo que incluye deudas bancarias a nivel nacional por casi 20.000 millones de pesos, otras deudas a Bancos internacionales, financiamiento diverso a través de la Bolsa, y sobre todo una deuda comercial con productores y acopiadores aun difícil de precisar.
En el combo de elementos que explican la delicada situación actual juegan un conjunto de factores, entre los que se destacan los siguientes:
a) Un endeudamiento creciente, en el proceso de inversión para ampliar los negocios durante los últimos años, con créditos tanto en dólares como en pesos, a tasas de interés que fueron aumentando peligrosamente en los últimos tiempos, debido a las malas condiciones vigentes en el país.
b) El impacto del default de BLD, que afectó también a la empresa debilitando parcialmente su margen de maniobra en términos financieros.
c) La habitual estrategia comercial denominada “a fijar precio” que jugó un rol central en este contexto, debido a que la empresa se encontró en los últimos meses con un aluvión de pedidos de cobro de parte de los productores, en gran medida motivada por el temor de una suba de retenciones del próximo Gobierno.
d) Las adversas condiciones macroeconómicas del país combinaron en los últimos tiempos fuertes devaluaciones, con un persistente aumento del riesgo país, lo cual impulsó hacia arriba las tasas de interés, contexto en el cual se produjo el bloqueo de las prefinanciaciones de exportaciones a nivel bancario para las empresas que operaban en comercio exterior (una medida que nadie podía prever). Todos estos elementos también contribuyeron a desfinanciar a la empresa y restarle liquidez para hacer frente a sus operaciones.
Ahora bien: Está claro que el problema de Vicentín excede a la misma empresa y a sus clientes y proveedores más cercanos. Es un eslabón que viene a sumarse a los golpes que generaron en el mercado Grimaldi y BLD. Lo anterior implica aceptar que podríamos enfrentar en los próximos días un problema de confianza de carácter sistémico, con el riesgo de una corrida masiva, que podría terminar afectando a otros actores del mercado.
Los mercados económicos bajo el lente de Seggiaro
El Licenciado Carlos Seggiaro, especialista en temas económicos y con el auspicio de Asociación Mutual Dan, aborda los temas centrales de la economía nacional.